El obispo de Estelí, monseñor Abelardo Mata, conoció de forma extraoficial que son 2,100 niños en edad escolar que no asisten a clases, sobre todo al otro lado del río Bocay, en Ayapal, debido al abandono de más de sesenta escuelas a causa de las amenazas a maestros de parte de grupos armados que se desplazan por el sector.
Sin embargo, durante una visita realizada el pasado sábado a ese territorio, el religioso conoció que la inestabilidad reinante en ese sector de San José de Bocay, Jinotega, obedece a varios factores. Además de la presencia de armados, están las pasadas de cuenta por la falta de justicia y los abusos de autoridades locales a causa de los informantes.
“Por una parte hay dos o tres grupos armados, sobre todo se oye mencionar mucho a un tal ‘Santiago’ que está al frente de una cantidad de hombres que no supieron decirme, pero algunos hablan de cuarenta hombres esparcidos en células de trabajo que han amenazado a los maestros”, según Mata le expusieron algunos de los educadores. Esta versión coincide con lo que conoció LA PRENSA de parte de habitantes de comunidades ubicadas al otro lado del río Bocay.
“Los acusan de activistas políticos del Frente (Sandinista), los han amenazado que no les van a permitir dar clases. Ellos dejaron de salir al campo y temen por sus vidas”, confirmó Mata la versión que es pública en Ayapal. No obstante, las autoridades tanto educativas como de seguridad se niegan a emitir una versión oficial.
Sobre aseveraciones de algunos sectores que indican de que en esa zona todo está normal, el religioso sostuvo: “Es totalmente falso, la gente tenía miedo que nosotros llegáramos, a última hora quisieron abortar nuestra presencia”. Y apuntó que en particular los maestros expresaron temor de que con su llegada sufrieran posteriores represalias.
CPC LOS MAL INFORMAN
A la cita con el religioso asistieron campesinos, productores y ciertos maestros del lugar que vencieron el miedo a posibles represalias de parte de las autoridades locales y expusieron sus preocupaciones por la inseguridad en la zona.
Los pobladores le manifestaron a Mata que muchos han sido detenidos después de haber sido señalados por los llamados “CPC”.
“Son los que están mal informando a las autoridades y van solo a recoger a la gente inocente”, afirmó monseñor Mata.
Por ejemplo, dijo que conoció que unas 16 personas estaban inicialmente como desaparecidas, en manos de las autoridades, (aunque no le confirmaron si de la Policía o del Ejército) pero refiere que a raíz de la llegada de un equipo de LA PRENSA, le informaron que al día siguiente algunos habían sido dejados en libertad.
Otros aún desconocen de su paradero. “Se habla de Felipe Sevilla Zamora, lo acusan de ser segundo del ‘comandante Santiago’… lo cual es falso y se lo han llevado prisionero y las autoridades no dan información oficial de dónde está esa persona”, afirmó Mata. O casos como el de Carmen Maura Estela Cruz, por ejemplo, quien el 27 de febrero recién pasado, fue víctima de una golpiza por parte de miembros de la Policía cuando intentó evitar que su hijo fuese arrestado, pues lo acusan de andar armado.
GENTE APARECE MUERTA
Otra situación expuesta fue el hecho de que mucha gente aparece muerta. Le mencionaron el caso de Guillermo Polanco, a quien tres personas (portando fusiles AK y vestidos de uniforme “pinto”) llegaron a sacarlo de su casa. Fue asesinado. “Nunca se ha sabido quién los asesina y no hay investigaciones”.
“Hablamos con varios maestros que se hicieron presentes con finqueros. No nos dijeron el número exacto, pero nos han dicho qué cantidad de productores han abandonado sus fincas con todos sus bienes, sin poder regresar a ellas, ocasionando graves problemas económicos y psicológicos en los menores sobre todo”, dijo Mata.
Después de conocer la situación de ese sector, el obispo de Estelí pronosticó: “Esto se va a ir descomponiendo”. Y mencionó que “caminando hacia Wamblán ‘está que se quema’, hacia el Triángulo Minero hay grupos armados. Anteayer me informaron que hubo combate por Quilalí”.
DENUNCIAN A LA POLICÍA Y AL EJÉRCITO
Por otra parte, criticó que otro de los señalamientos que hacen los pobladores de ese territorio jinotegano está relacionado con la mala actuación en varias ocasiones de la Policía Nacional, que “en lugar de abonar a la pacificación, está creando más animosidad contra el Ejército y la Policía de parte de la población”.
Por ejemplo, la gente aún habla de los resultados fatales que dejó un roce entre miembros de la secta William Brown, el pasado 24 de julio del año pasado, que supuestamente llevó a la intervención del Ejército y dejó dos muertos y tres heridos.
Otro hecho fue el enfrentamiento entre la Policía y esa secta en diciembre de 2013, en el mismo Ayapal, con un saldo sangriento de diez muertos.
NADIE INVESTIGA CRÍMENES
Otras de las preocupaciones que le expusieron los lugareños de Ayapal a monseñor Abelardo Mata, son los crímenes cometidos en la lejanía de la montaña por rencillas.
“No hay información de gente que aparece muerta muchas veces por rencillas, cuestiones limítrofes, conflictos sociales, algunos se saben (que) se abocan a los armados para pasar cuentas y otras represalias de parte de particulares, y no hay investigaciones al respecto”, afirmó el obispo de Estelí.
Agregó que en estos casos la gente le dice que “la mayoría de victimarios siguen libres y pagan para que hagan ese servicio de liquidar a alguien y la Policía no da resultados”.
