La Corte Internacional de Justicia rechazó el alegato de Colombia, de que dicho tribunal no tiene competencia para conocer las dos nuevas demandas de Nicaragua por problemas de soberanía marítima en el Caribe.
La decisión de la Corte no ha sido sobre el fondo de las demandas, sin embargo su declaración de competencia para juzgar ambos casos es una victoria del derecho internacional como instrumento idóneo para resolver las diferencias entre los países, en lugar de que recurran al conflicto y la peor de sus expresiones que es la guerra. Y es también un recordatorio de que todos los países que forman parte del sistema jurídico internacional deben respetar la competencia de la Corte, independientemente de que sus fallos no satisfagan los intereses y gustos de todas las partes litigantes.
Una de las dos nuevas demandas de Nicaragua contra Colombia es por violación a los derechos de la soberanía nicaragüense sobre los espacios marítimos que la misma Corte Internacional de Justicia le concedió en su sentencia del 19 de noviembre de 2012. En la resolución dada a conocer ayer, la única parte de la demanda de Nicaragua que no fue reconocida por la Corte, es que Colombia ha violado la Carta de las Naciones Unidas, pues las autoridades nicaragüenses civiles y militares han dicho públicamente que ejercen plena soberanía sobre el mencionado territorio marítimo. Y si es así no tiene sentido acusar a Colombia de violar la Carta de la ONU.
La otra demanda de Nicaragua ante la Corte Internacional de Justicia que tiene su sede en La Haya, es que se le reconozca el derecho a una plataforma continental en el Caribe extendida en 150 millas más de las 200 millas náuticas ya reconocidas. La Corte Internacional de Justicia también se declaró competente para conocer esta demanda, de manera que ahora deberá comenzar el proceso que culminará en una sentencia firme sobre las diferencias limítrofes en el mar Caribe, de Nicaragua con Colombia.
Para Nicaragua es muy importante que el derecho internacional funcione apropiadamente, inclusive cuando las sentencias que dicte la Corte de La Haya no le sean favorables. Lo lamentable es que el derecho nacional no funcione también correctamente, debido al carácter autoritario y arbitrario del régimen orteguista.
La justicia internacional funciona porque la Corte de La Haya se rige estrictamente por los principios jurídicos que tienen valor universal, y porque los jueces que la integran son juristas ecuánimes que tienen gran capacidad profesional, dominio del derecho internacional y reconocida integridad personal. Por eso es que a los magistrados de la Corte Internacional de Justicia nadie los ha acusado ni los puede acusar de parcialidad, mucho menos de deshonestidad en el cumplimiento de sus funciones, independientemente de que sus sentencias no satisfagan a todos así como Colombia no ha quedado satisfecha.
Esos jueces son juristas de la calidad del nicaragüense Mauricio Herdocia, quien está siendo propuesto para magistrado de la Corte Internacional de Justicia y cuya elección por la Asamblea General de la ONU, fortalecería al alto tribunal y sería motivo de orgullo nacional.
