En el barrio Antonio Mendoza de Tipitapa, todos conocen a Lincolnt Antonio Sánchez García, de 26 años, como un muchacho “sano, honesto y trabajador”, es hijo único de Omar Sánchez y Manuela García, padres esforzados, pero hace una semana desapareció del barrio.
La razón de su ausencia es que fue detenido por la Policía Nacional, porque en su afán de encontrar un mejor empleo con salario digno, lo llevó junto a un compañero llamado Mauricio Murillo Espino, a redactar una carta con contenido falso, dirigida al supervisor de seguridad de la empresa Aeroportuaria, teniente coronel Rodrigo Lempira Espinoza Medrano.
En la carta sugería que ambos se incorporarían a trabajar en dicha dependencia del Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino y el firmante de dicha misiva, según acusación del Ministerio Público, era el mero presidente de la República Daniel Ortega Saavedra.
Además, la carta llevaba plasmado un sello del mismo presidente y hace referencia a la Secretaria del Frente Sandinista.
Por este hecho, ambos ciudadanos fueron acusados de falsificación material y uso falso de documento en perjuicio de dicha empresa adjudicada al Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino.
La causa se ventila en el Juzgado Tercero Local Penal de Managua, ante el juez Ernesto Rodríguez, quien admitió la acusación y ordenó prisión preventiva, para el acusado.
Hasta el momento los vecinos del procesado Lincolnt desconocen el paradero del muchacho y afirman que es religioso, de buen comportamiento y que nunca anduvo por malos caminos. “Lo vimos crecer, se bachilleró. Ese chavalo es trabajador, bien portado, ni bebe”, dijo Ramiro Espino, uno de sus vecinos.
“DE PARTE DE LA SECRETARIA”
El 14 de marzo del 2016 a eso de las 11:45 de la mañana, el acusado Lincolnt Sánchez se presentó a la oficina de Administración Aeroportuaria Nacional y le dijo a Jesennia Pérez, secretaria de esa dependencia que “llegaba de parte de la Secretaria del Frente”, e inmediatamente entregó la carta y los curriculum de ambos acusados. La secretaria entregó la carta al asistente operativo Adolfo López Rodríguez, a quien le llamó la atención la redacción de la misma y le informó al jefe Teniente Coronel Rodrígo Espinoza, quien a su vez llamó a la Policía Nacional.