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Los checos vienen en serie en beisbol

La nieve restringió los entrenamientos del equipo de República Checa en su país y fue hasta que viajaron a los Estados Unidos, una semana antes del Preclásico Mundial de Beisbol, que volvieron a practicar en serio, sin sospechar que serían la sorpresa del torneo de Mexicali.

La nieve restringió los entrenamientos del equipo de República Checa en su país y fue hasta que viajaron a los Estados Unidos, una semana antes del Preclásico Mundial de Beisbol, que volvieron a practicar en serio, sin sospechar que serían la sorpresa del torneo de Mexicali.

Los checos debutaron en Méxicali con una derrota 2-1 ante México, lo que abrió muchos ojos. Luego apalearon 15-3 a Alemania y ya todos los tomaron en serio, y estuvieron a punto de pasar a la final al ir venciendo a Nicaragua en el octavo episodio, antes de caer 7-6 en 11 innings.

Es evidente que República Checa ha avanzado en el beisbol y mucho tienen que agradecer a las academias de beisbol que las Grandes Ligas han puesto en ese país, en su afán por globalizar el beisbol, algo que poco a poco van consiguiendo.

“Este equipo tiene a varios peloteros que vimos en el Mundial Sub-21 de Taiwán, en donde nos costó ganarles. Tienen un buen físico y saben jugar a la pelota”, advierte Jorge Luis Avellán, coach de la Selección Nacional de Beisbol de Nicaragua y coordinador de las Ligas Menores en la Federación Nicaragüense de Beisbol Asociado (Feniba).

Jakub Sladek, de 6’7 de estatura y al menos 250 libars de peso, es el quinto bate de República Checa. Su presencia intimida a los lanzadores en el cajón de bateo. Dice que antes de jugar beisbol también practicó hockey sobre hielo –que es el deporte nacional de su país-, futbol y baloncesto, y en estos destacó, pero se apasionó por el beisbol cuando en su escuela armaron un equipo.

“No estoy sorprendido con lo que está pasando. La fuerza de este equipo es la unidad. Disfrutamos cada juego”, apunta Sladek, de 26 años de edad.

“En el invierno entrenamos muy duro todo el tiempo y los jugadores jóvenes han venido mejorando su nivel”, agrega Sladek, quien cuenta que jugó con Wuillians Vásquez en una liga de Japón.

Las Grandes Ligas han apoyado en el desarrollo técnico de los checos, lo que junto a su gran físico –cuatro de ellos miden al menos 6’6 de estatura-, los hacen producir lanzadores con mucha velocidad y bateadores de poder. De hecho fueron el único equipo del Preclásico de Mexicali que pegó jonrón en cada partido que jugó.

Los checos también se están beneficiando de jugadores de su ascendencia que viven en los Estados Unidos y de jugadores profesionales retirados que ahora enseñan beisbol en ese país.

Lo que más impresionó de los checos al mánager nicaragüense Marvin Benard fue el picheo. “Me impresionó República Checa. Tienen un picheo fabuloso, me quito el sombrero ante ellos. Si tuvieran un par de mejores bateadores, serían aún más peligroso, expresó el timonel costeño.
Historia
De acuerdo a la revista mexicana Strikeout, el primer checo que jugó en las Grandes Ligas fue Elmer Valo en 1940.

La actual liga de primera fuerza está compuesta por ocho equipos, dos de ellos en Praga, y se juega de abril a septiembre.

El beisbol llegó a República Checa en 1919 y tuvo un segundo aire entre 1945 y 1946, cuando Estados Unidos ocupó Checoslovaquia en la segunda guerra mundial.

Los checos tomaron más en serie el beisbol cuando éste fue admitido como deporte olímpico en 1986 y más cuando en 1989 cayó la Cortina de Hierro, permitiendo la afluencia de jugadores extranjeros.

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