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Moisés Absalón Pastora

Una oposición ensoberbecida

La primera encuesta electoral de M&R es simplemente lapidaria para eso que se hace llamar oposición. Lo único que le asiste es que más del 80 por ciento de los nicaragüenses deseamos un proceso diáfano, transparente y debidamente observado por propios y ajenos. Tengo la impresión sin embargo que esta demanda tan unánime no es por el temor de que el partido oficialista, ante la posibilidad de una derrota se las quiera robar, sino para callar a esas voces que han hecho del “fraude” una bandera para ocultar su incapacidad y por otro lado para que al final los que ganen se vayan a gobernar con tranquilidad y los que pierdan a trabajar en la organización de sus partidos que es lo que no hacen desde las elecciones del 2006.

Por su puesto que ante resultados como que la mayoría votante asistirá a las urnas; que los encuestados fueron sondeados a través de cajas negras donde la “oposición” salió debaclada; que la juventud en todos sus rangos no les favorece ni tampoco los adultos; que católicos, evangélicos y agnósticos no los prefieren; que en el área urbana y rural el citadino y el campesino no los privilegian y que el elector no los ve como solución a sus limitantes sociales y económicas, generan que aquel que sale chimadísimo no las endose y recurra a descalificar y decir que la encuesta es rockonolera porque obedece a quien las paga.

La “oposición” lejos de cuestionar los resultados de M&R —que igual podrían ser los de CID/Gallup o de Borge y Asociados— debería conducirlos a escuchar las voces que señalan desde hace mucho tiempo el porqué de su casi extinción. No logran entender que en su situación nadie sobra y que hasta el más pequeño les es importante; que nadie les asimila el cuentecito de que cada isla en su archipiélago representa la unidad sobre la que se empinan; que el elector, incluso aquel que un día estuvo entre sus filas, ve en cada uno de los que se llaman dirigentes, a personajes arrogantes, soberbios, alejados de las masas y hasta de su propio yo, pues muchos de esos, se paran frente al espejo y se ven difusos y amargados por el ácido de su propio veneno.

Nuestra “oposición” debe escupir el veneno que la mata. Debe zarandear el palo para que caigan los frutos podridos y renovar no solo el inventario humano sino practicarse un saneamiento espiritual que les haga ver las cosas desde su propia realidad para comprender que nadie es culpable de sus fracasos y de sus incapacidades más que ellos mismos.

Hoy por hoy vemos que hay partículas de micropartidos estafando con primarias que resultaron ser un fraude; a cándidos que se pelean con el dueño del partido por familiares del caudillo que insisten en ser solo ellos los que jueguen; a un falso líder desesperado por buscar un candidato, no para que gane, sino para que le saque algunos diputados y así seguir él dando bandazos, pero en lo concreto en ninguno de los escenarios propuestas que sean mejor que las del partido de gobierno que es lo que al final sí cuenta.

Quien se quiera llamar a engaños que lo haga pero nuestra “oposición” se ahoga en su propia soberbia pretendiendo creer que se lo merece todo y es ahí el centro de su equivocación. La gente les dio la espalda porque mientras el partido en el poder construye, nuestros “demócratas” critican y no proponen. Valientemente hablan frente a las cámaras y después se van a sus casas o a los más elegantes restaurantes dejando atrás la organización y el pastoreo del rebaño y así nunca jamás.

El autor es periodista.

COMENTARIOS

  1. Ramona
    Hace 8 años

    Cualquiera cree que tus escritos son la realidad y que tu intención periodistica. Pero destilás veneno e interés de que la “doñita” te adopte. Creo que tu época paso, dejaste de ser gracioso hace tiempo, te debes dedicar a los nacimientos, y calladito te ves bonito, socialista y sandinista.

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