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En la comunidad Santa Emilia, Matagalpa, la Cascada Blanca ha disminuido considerablemente su caudal. LA PRENSA/ J. CASTILLO

Urge “restituir” las cuencas

Sin un plan de gestión integrada de recursos hídricos, el agua para consumo humano y las fuentes hídricas de Nicaragua continuarán en un acelerado deterioro que se incrementa por la incidencia de eventos climáticos como la sequía.

La escasez de agua que viven los nicaragüenses, no es solo culpa del cambio climático o de la sequía. Es también una consecuencia del incumplimiento de la legislación existente sobre la materia.

Para Salvador Montenegro Guillén, experto en recursos hídricos, la aplicación de la Ley General de Aguas Nacionales (Ley 620) es una tarea pendiente que implica “el establecimiento de los presupuestos de agua, la información de cuánta agua cae, dónde está disponible esa agua, cómo las cuencas se están comportando y para mí, lo más importante, cómo el proceso de desertificación del país, a través de la destrucción progresiva de las cuencas hídricas, se está enfocando”.

La Ley 620 fue aprobada en mayo de 2007 y publicada en La Gaceta septiembre de ese mismo año. Entre sus considerandos, esta ley designa al Estado la labor de “promover el desarrollo económico y social por medio de la conservación, desarrollo y uso sostenible del mismo”.

No obstante, Montenegro considera que actualmente la Ley 620 “únicamente ha devenido en una serie de procedimientos para gestionar concesiones”.

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En el artículo 17 de la Ley 620 se establece que: “La planificación hídrica, implica la elaboración de un Plan Nacional de los Recursos Hídricos por la Autoridad Nacional del Agua, que servirá de base para que se elaboren planes y programas por cuenca, bajo la responsabilidad de los Organismos de Cuenca. Estos planes serán aprobados por el Consejo Nacional de los Recursos Hídricos (CNRH)”.

Sobre esto, Montenegro Guillén cuestionó “¿Qué se está haciendo al respecto? ¿Cuál es el rol del Estado como gestor de la aplicación de la gestión integral de los recursos? Se sigue hablando de reforestación, pero no vemos la reforestación, y esa no es la única solución, es una de las acciones para restaurar las cuencas hídricas, aumentar la infiltración, para disminuir la escorrentía y sobre todas las cosas, garantizar el funcionamiento ecológico de cada cuenca”.

SITUACIÓN EN EL CORREDOR SECO ES INSOSTENIBLE

Las familias que habitan en el Corredor Seco del país solo ven una salida a la escasez de agua y es que este invierno llueva lo suficiente para recargar sus principales fuentes de agua.

Don Luis Umanzor, habita en Condega donde enfrentan serios problemas de escasez de agua porque varios pozos se secaron el año pasado. Umanzor en los últimos dos meses ha invertido diez mil córdobas para cavar el pozo que se les secó a finales de diciembre, pero hasta la fecha cuenta que del hoyo solo han salido rocas.

“Hemos gastado dinero como nunca en ese pozo, fueron 20 metros que le sacamos solo de rocas pero no hay agua, nosotros ya no vamos a seguir escarbando vamos a esperar el invierno, nuestra única esperanza el tener agua del cielo”, sostuvo Umanzor.

Allan Bolt, director del Centro de Entendimiento con la Naturaleza (CEN) indica que existe un problema que no se ha previsto y es que aunque llueva la cobertura forestal ha sido afectada lo que va afectar la infiltración de agua en el subsuelo.

DERECHO DE LA NATURALEZA

Para poder gozar de la abundancia de agua que hace algunos años tenía Nicaragua, según Salvador Montenegro Guillén, experto en recursos hídricos, es necesario ver al proceso de rehabilitación de las cuencas “como una restitución de derechos de la naturaleza”. Esta restitución a la que Montenegro Guillén se refiere implica dejar que la naturaleza misma se recupere a través de sus mecanismos y evitando la intervención degradativa humana. Hasta ahora, “hemos caído en el lugar común de echarle la culpa a una serie de procesos, causados también por el hombre (cambio climático), y de esa manera se evita asumir la responsabilidad que tiene cada quien por los daños causados”, dijo Montenegro Guillén.

ES NECESARIO UN PLAN

Sergio Gámez, de la Red Nacional de Agua y Saneamiento indicó que se requiere de plan de emergencia para tratar el problema de la escasez de agua no solo en la zona del corredor seco sino a nivel nacional.

“La zona norte no tiene acuíferos potentes y cuando baja el nivel de los pozos, se excavan hasta 30 metros y no se puede hacer eso porque son acuíferos con capacidad limitada y dependen de la lluvia, yo creo que la zona Norte y Central requieren de un plan de inversión para tratar la situación”, dijo Gámez.

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