La pérdida de bosque en Nicaragua se ha visto incrementada en los últimos veinte años, según mapas de oficiales del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter) y del Instituto Nacional Forestal (Inafor).
Víctor Campos, director de la organización ambientalista Centro Humboldt, aseguró que Nicaragua actualmente cuenta con 3.1 millones de hectáreas de bosques naturales, según el Inventario Nacional Forestal, elaborado por Inafor entre 2007 y 2008.
No obstante, el país pierde un promedio de entre 70,000 y 130,000 hectáreas por año. Esta masiva deforestación en el país, se ha venido produciendo por el avance de la frontera agrícola, dijo Campos.
El cambio de uso de los suelos, sigue siendo el principal enemigo de los bosques, ya que en muchas zonas del país los bosques han sido sustituidos por potreros.
Campos aseguró que en un viaje que realizó recientemente hacia La Cruz de Río Grande en la Región Autónoma del Atlántico Sur, donde se supone deberían haber bosques, ahora lo que existe es pastizales.
Para controlar esta situación, Campos considera necesaria la creación de un Plan Nacional de Manejo Sostenible de los Bosques, ya que hasta ahora “no se ha demostrado voluntad política para poner orden en el manejo forestal nacional”.
Según Campos, con la pérdida de bosques por el cambio de uso de los suelos, también se está perdiendo diversidad biológica, ya que, en el caso de los bosques latifoliados, es donde mayor cantidad de especies por hectárea se encuentra. En el Inventario Nacional Forestal, se detalla que “el bosque latifoliado primario denso es el de mayor extensión con unas 607,764 hectáreas”.
MODELO EXTRACTIVISTA
El uso irracional de los recursos naturales, para Víctor Campos, director de Centro Humboldt, se corresponde con “un modelo productivo extractivista, lo cual es contraproducente con el manejo forestal que se ha venido pregonando”.
Para Campos, hasta ahora el tema de la extracción ilegal de madera no constituye la principal causa de la pérdida de bosque, ya que en el caso de los bosques latifoliados, en una hectárea se pueden encontrar hasta 300 especies de árboles y solo entre 12 y 15 especies tienen utilidad y valor comercial, entre las que se encuentran caoba y cedro real por ejemplo.
En el caso del pino y los bosques naturales de conífera, Campos dijo que la imposición de vedas es contraproducente y que se debería realizar es un control forestal.