La ambición causa desunión, egoísmo, envidia, animadversión, pugnas, división, hasta llegar a homicidio o genocidio.
Y estos factores están predominando de manera constante en la política y en grupos que participan en contiendas preelectorales, asamblearias y de otra índole, en muchas naciones del mundo. Sin embargo, siempre hay excepciones.
En los medios de comunicación de España y otros países, el tema que se ha abordado es la falta de consenso para la gobernabilidad del país.
Y por la ambición y arrogancia de los dirigentes partidarios, ganadores y perdedores, el país está sufriendo pérdidas económicas, desprestigio de los líderes políticos, donde la corrupción es un factor dominante, que está sumiendo a esta nación en una seria crisis, siendo millones de habitantes los más castigados.
Pero los dirigentes partidarios se preocupan solo por ellos y las cúpulas que les mantienen en el cargo. Y esta crisis es más profunda en América, Oriente Medio, África y otras partes del mundo.
El éxodo que ha causado el conflicto bélico en Siria, ha estremecido a gran parte de Europa, incluyendo a Macedonia, Grecia, Alemania, etc.
Mientras, el dictador de Siria, Bashar Al-Assad y su ministro de Relaciones Exteriores, han declarado que la salida del gobernante, no es negociable.
Al-Assad, con el apoyo de Rusia, principalmente, e Irán, sigue aumentando el número de víctimas, que en cinco años (2011-2016), sobrepasan las doscientas mil. Aunque en los últimos días las fuerzas sirias recuperaron las ruinas de Pamira.
Pero la crisis parece no tener solución en estos momentos.
Y América, en el Norte, Centro y Sur, hay serias crisis protagonizadas por inconsecuentes y ambiciosos políticos.
Lo estamos viendo en Estados Unidos, donde los debates y asambleas partidarias entre los Republicanos y Demócratas, se han convertido en discusiones con predominio de insultos y ofensas. Y las promesas, una vez en el gobierno u otro cargo, no las cumplen.
Es notorio que donde ha habido dos partidos políticos (paralelos) durante muchas contiendas preelectorales, la situación se vuelve tan rutinaria, que los votantes llegan al cansancio, que los hace cambiar de actitud, y deciden por otras alternativas, como está sucediendo actualmente en la Unión Americana.
Esta situación, más la ambición, son soportes que han multiplicado el número de partidos, y por consiguiente el número de candidatos, donde las discusiones, han salido del tono cortés y respetuoso que los contendientes deben conservar.
En el inicio de la actual campaña preelectoral de la Unión Americana, por el Great Old Party (Gran Partido Viejo) o Partido Republicano, comenzaron siete candidatos, actualmente solo hay tres, que llegaron al Final Tuesday (Martes Final), continuando con primarias en marzo 26, abril 26, y junio 7, hasta quedar un solo candidato por cada partido que obtenga el mayor número de delegados para su nominación.
En el capítulo correspondiente a América Central y Sur América, no hay diferencia en las contiendas. La corrupción es la alfombra por donde caminan los que han sido acusados de malos manejos en su administración gubernamental, algunos han sido llevados al sistema judicial y a prisión preventiva.
Lo hemos visto en Guatemala, en Argentina, los estamos viendo en Venezuela, Brasil, y es probable que se produzcan cambios en otras naciones de este continente y otros.
En conclusión: la ambición de los políticos causa crisis en la sociedad, que es la víctima sempiterna de los malos gobernantes y sus comparsas.
El autor es médico.