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Crédito agrícola en rezago

Entre el 2010 y el 2011 hubo un crecimiento de la proporción de los recursos destinados al financiamiento agrícola. En el 2011 este representó el 13 por ciento de la cartera total de las entidades del SFN.

Según los reportes de la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (Siboif), en los últimos ocho años el saldo de la cartera agrícola del Sistema Financiero Nacional (SFN) registró un crecimiento del 163.11 por ciento, pero proporcionalmente la asignación al sector se mantiene en niveles del 2008.

Dicha cartera pasó de 4,446 millones de córdobas en el 2008 a 11,698 millones de córdobas en el 2015. Sin embargo, al revisar su participación en el total de los préstamos se observa que sigue inamovible. En 2015 el saldo de la cartera agrícola representó únicamente el 9.6 por ciento de la cartera total de las entidades del sistema. Mismo porcentaje que representaban los 4,446 millones de córdobas destinados a las actividades agrícolas en el 2008, detalla la Siboif.

Entre el 2010 y el 2011 hubo un crecimiento de la proporción de los recursos destinados al financiamiento agrícola. En el 2011 este representó el 13 por ciento de la cartera total de las entidades del SFN. Pero a partir de ese año dicho porcentaje comenzó a disminuir hasta ubicarse al cierre del año pasado en niveles similares del 2008.

OTROS SECTORES OPACAN AL AGRO

El presidente de la Asociación de Bancos Privados de Nicaragua (Asobanp), Juan Carlos Argüello, argumenta que el crédito agrícola en general crece todos los años y que “en el 2015 creció en un 10.8 por ciento”. Sin embargo, reconoce que “el tema es que el crecimiento de las otras actividades ha sido más fuerte que el crecimiento agrícola, por ende la disminución al 9.6 por ciento del total de créditos”.

Según datos publicados por el Banco Central de Nicaragua, en general la cartera de créditos del Sistema Financiero creció 23 por ciento hasta diciembre de 2015, empujado principalmente por créditos personales (que creció 29.4 por ciento) e industrial (25.3 por ciento de aumento).

Según Argüello el crédito “industrial” que también abarca el crédito agroindustrial ha tenido fuertes crecimientos que han promediado el 22 por ciento en los últimos cinco años.

graficos cartera activos

TIERRAS LIMITADAS

En esto coincide el gerente general del Banco de la Producción (Banpro), Luis Rivas Anduray, quien afirma que de la mano con el crecimiento de la economía el Sistema Financiero que está expandiendo hacia sectores como el industrial.

En esto influye la limitación de tierras que hay en la región del Pacífico, que ya “están saturadas”, a lo que se suma que en el Caribe y otras zonas del país hay gran cantidad de tierra que no se está aprovechando.

“Las tierras son limitadas… hay un momento que por área no vas a poder crecer en el crédito agrícola, vas a crecer por inversiones en productividad, vas a crecer por inversiones que reduzcan los riesgos, como el riego… la economía se ha expandido, las áreas son las mismas que se cultivaban, por tanto ves porcentajes reduciéndose”, explica.

El Banpro cerró 2015 con una cartera agrícola que representa el 14.7 por ciento del total de los préstamos otorgados, según datos de la Siboif. Entre 2010 y 2012 el porcentaje alcanzaba o superaba el 20 por ciento del total de la cartera.

CADA CICLO SE EVALÚA

Por su parte el gerente de crédito agropecuario de Banco Lafise Bancentro, José Aquiles Cano, dice que como parte del compromiso de la entidad con el sector productivo la cartera agrícola de esta institución registra un crecimiento absoluto de cien millones de córdobas por año.

“Previo al inicio de cada ciclo agrícola, la alta gerencia de la institución y la gerencia de crédito agrícola, como los gerentes regionales y de sucursales de cada región del país sostienen encuentros con los diferentes sectores productivos con quienes de manera responsable y crítica analizan las fortalezas y debilidades que podría enfrentar ese sector y las medidas de contingencia que se pudieran aplicar para que los efectos negativos que se pudieran presentar sean los mínimos posibles. Lo que se busca es la estabilidad productiva en el campo nicaragüense”, detalla Cano a través de un correo electrónico.

Esto junto con la asesoría financiera, capacitaciones y opciones de diversificación que ofrecen a los clientes, según Cano, le ha permitido a la institución el crecimiento de su cartera. Y aunque para Lafise Bancentro el saldo de la cartera agrícola tiene un peso mayor que el que ha logrado en el SFN, sigue una tendencia similar al resto de entidades del sistema.

En el 2008 la cartera agrícola representaba el 13.8 por ciento de la cartera total de Lafise Bancentro. A partir de ese año registró un crecimiento hasta alcanzar el 17.2 de la cartera total en el 2011, pero luego comenzó a disminuir hasta cerrar el 2015 representando el 13.2 por ciento, es decir niveles similares a los del 2008.

Cano admite que “dado el crecimiento de otros sectores crediticios de la banca en general como el de consumo, comercial, hipotecario, entre otros, esto ha provocado que la cartera agropecuaria se vea disminuida en su participación porcentual de la cartera crediticia global”.

EL CLIMA PESA

Otro factor que según Cano “ha afectado el crecimiento que venía sosteniendo la cartera agropecuaria en el Sistema Financiero Nacional y en la entidad que representa no es estrictamente financiero”, sino climatológico.

“Se trata del fenómeno de El Niño que se ha implantado con fuerza en el país en los últimos dos ciclos agrícolas, por lo cual los productores han tenido que disminuir sus áreas de siembra o bien diversificar su producción en otros rubros para evitar pérdidas como consecuencia de la sequía”.

Esto habría obligado a la entidad a enfocar sus esfuerzos “en el financiamiento de sistemas de riego y tecnologías que promuevan la producción con prácticas más amigables con el medioambiente, que den rentabilidad” y que a la vez permitan al productor enfrentar los efectos de la sequía.

Por su parte Juan Carlos Argüello, presidente de Asobanp, explica que la afectación provocada por la sequía entre los clientes del sector es real pero “relativamente pequeña en cuanto a la capacidad de hacerle frente a sus obligaciones financieras”.

Según el líder gremial las afectaciones han sido más severas en sectores más sensibles como el de los productores de granos básicos que generalmente no son atendidos por la banca, sino por financieras, microfinancieras o se financian con recursos propios.

NÚMERO DE PRÉSTAMOS SE REDUCEN

Mientras el porcentaje de la cartera de las entidades del Sistema Financiero Nacional que se destina a la actividad agrícola se ha mantenido invariable en los últimos ocho años, el número de préstamos entregados al sector ha registrado una caída del 35.62 por ciento.

Los reportes de la Superintendencia de Banco y Otras Instituciones Financieras (Siboif) detallan que en el 2008 la cartera agrícola estaba distribuida en 19,115 préstamos, pero a partir de ese año —que coincide con en inicio de la crisis económica mundial— esa cifra comenzó a disminuir.

Para el cierre del 2011 solo se contabilizaron 5,813 créditos y aunque en el 2012 esta cifra subió a 6,362 en el 2013 volvió a caer a 5,812 préstamos.

A partir de ese año inició un proceso de recuperación que permitió que al cierre del 2015 el SFN cuantificara 12,305 créditos agrícolas, un 35.62 por ciento menos que en 2008.

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