Los stocks estadounidenses de crudo subieron menos de lo previsto en la última semana y se mantienen en niveles récord, según datos del Departamento de Energía divulgados el miércoles.
Las reservas de petróleo de Estados Unidos aumentaron la semana pasada en 2.3 millones de barriles y se situaron en 534.8 millones, y siguen en máximos históricos en ocho décadas, informó ayer el Gobierno.
La cifra es levemente inferior a los pronósticos de los analistas, que habían proyectado un alza en las reservas de tres millones de barriles.
Tras la publicación de los datos, el precio del barril de petróleo de Texas (WTI) para entrega en mayo subía en 1.19 dólares, hasta los 39.41 dólares el barril.
En las últimas cuatro semanas, las importaciones de crudo promediaron más de 7,968 millones de barriles al día, un 9.8 por ciento por encima que la media del mismo período del año pasado.
Según el informe semanal del Departamento de Energía, las reservas de gasolina bajaron la semana pasada en 2.5 millones de barriles, hasta los 242.6 millones.
Por su parte, las de gasóleo de calefacción descendieron en 1.1 millones de barriles, hasta los 162.3 millones.
Las refinerías del país trabajaron a un 90.4 por ciento de su capacidad instalada, por encima del 88.4 por ciento de la semana anterior.
Estas cifras excluyen las Reservas Estratégicas de Petróleo del Gobierno, que se mantuvieron sin cambios en los 695.1 millones de barriles.
El total de reservas de crudo y productos refinados, incluidas las Reservas Estratégicas, alcanzó la pasada semana los 2,051 millones de barriles, frente a los 2,049.4 millones de la semana precedente.
Las proyecciones
En la agencia Bloomberg, expertos esperaban un aumento de 3.1 millones de barriles y la organización profesional American Petroleum Institute calculó que las reservas estadounidenses crecerían en 2.6 millones de barriles.
Las reservas semanales estadounidenses permanecen en sus niveles más altos desde 1982 y medidas mensualmente son las mayores desde la década de 1930.