La Subcuenca III, la principal fuente de abastecimiento de agua en Managua, ha disminuido su infiltración más de un treinta por ciento, afectando 59 pozos, esto se debe a la impermeabilización del suelo, causada por el crecimiento del área urbana, afirma Ruth Herrera, expresidenta de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillado (Enacal).
Esta subcuenca abarca El Crucero, Ticuantepe, zona norte de La Concepción, Nindirí y parte del territorio de los Distritos V y VI de Managua. Se estima que en esa área, de 178 kilómetros cuadrados, hay aproximadamente 342 urbanizaciones y 117 barrios o asentamientos, albergando un poco más de 79,000 habitantes.
De esta subcuenca se extraen diariamente 76 millones de galones de agua, que equivale a 354 metros cúbicos por día. De los 59 pozos que hay en la zona, 15 de estos se encuentran en Las Mercedes, 5 en Sabana Grande, 7 en Valle Ghotel, 16 en Ticuantepe y otros 16 están distribuidos entre Cofradía y Veracruz.
Herrera manifestó que parte de las urbanizaciones que han afectado la Subcuenca III fueron las viviendas que construyó el Gobierno en Villa Dignidad y Ciudad Belén, donde se reubicó a las familias que vivían en zonas de riesgo.
En el 2008 la Alcaldía de Managua, Nindirí, La Concepción, Ticuantepe y El Crucero determinaron, junto con Enacal, que 57.89 kilómetros cuadrados de tierra no tenían por qué utilizarse para ningún tipo de desarrollo habitacional, debido a que se exponía el manto acuífero, pero luego el Tribunal de Apelaciones de Managua (TAM) anuló la veda en menos de un año.
BUSCAR SOLUCIONES
Sergio Gámez, de la Red Nacional de Agua y Saneamiento de Nicaragua, dijo que es momento de restablecer la veda en esta zona o echar a andar un plan de acción, porque si se termina de cubrir la zona de infiltración no solo habrá escasez de agua, sino que en cada lluvia van a haber fuertes inundaciones en Managua.
“Construir es necesario, pero también es importante que haya infiltración, por eso creo que se debe controlar la urbanización o bien se pueden construir casas en terrenos más grandes, por los menos de 500 metros cuadrados, construir 150 metros y dejar el resto para infiltración”, dijo Gámez.
Agregó que lo más importante es que se actúe de inmediato para recuperar la infiltración en esta zona y que se tome en cuenta la sociedad, que es la más perjudicada.
En el libro Aguas Urbanas en las Américas, en el capítulo de Nicaragua, escrito por Katherine Vammen, experta en recursos hídricos, se explica que por cada kilómetro cuadrado impermeabilizado para las edificaciones, el acuífero de Managua deja de percibir 240,000 metros cúbicos de agua anuales.
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“Eso es lo que se estima que estos suelos absorban en condiciones naturales. Si estos 240,000 metros cúbicos se dividen entre 80 metros cúbicos, que es lo que cada capitalino consume al año, significa dejar desabastecidas a 3,000 personas”, se lee en el documento.
ESCASEZ ES PALPABLE
El Gobierno de Nicaragua hace más de un mes reconoció que el país enfrenta serios problemas en cuanto al abastecimiento de agua potable.
La coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo, dijo que hay más de 51,000 familias ubicadas en 34 localidades a nivel nacional en zonas vulnerables, donde los acuíferos están en riesgo.
Se estima que al menos 58 barrios de Managua ubicados en la zona alta tienen problemas de abastecimiento de agua.