Pesca es escasa en el gran lago Cocibolca

La sequía que afecta al lago Cocibolca ha trastocado la vida de pobladores de comunidades costeras de Rivas, que ante el alejamiento del volumen de agua de las costas, ahora deben lidiar con vehículos terrestres que se desplazan por las amplias costas, mientras la pesca artesanal se ha reducido drásticamente.

LA PRENSA se movilizó a varias comunidades costeras, donde confirmó que muchos conductores están aprovechando las amplias costas como caminos alternos a las vías terrestres tradicionales, lo cual entre otros factores, ha repercutido en la pesca artesanal, ya que según los vecinos, el ruido de los motores parecen alejar a los peces, que cada vez son más escasos donde antes eran abundantes.

De acuerdo con Carlos José Tijerino, de 32 años, en la comunidad costera de ToAlesmayda, del municipio de Buenos Aires, los peces han escaseado tanto en los últimos dos años que algunos viejos pescadores han tenido que abandonar su labor por tareas agrícolas y otros incluso han emigrado a Costa Rica en busca de empleos desde que la pesca se puso difícil.

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“Hace cuatro años, uno se metía a las cien varas dentro del lago, dejaba tendida la red por la tarde y por la mañana el trasmallo amanecía cargado de pescados, ahora desde hace dos años hay que meterse de dos mil a tres mil varas porque en la orilla ya no hay pescado (peces) y con costo se sacan entre cincuenta y cien pescados en toda la noche”, manifestó Tijerino.

Dentro de las redes venían peces de entre cinco y siete libras, “ahora solo mojarritas que para venderlas tenemos que hacer piñas de cinco o seis pescaditos”, se queja el pescador.

Casta Leonor Tijerino Quiroz, también habitante de Tolesmayda, refirió que la pesca artesanal fue el sustento de su familia por muchos años.
“Yo salía en carretón a vender pescados a Santo Domingo, Potosí, Apompoá, Calle en Medio y Buenos Aires, pero desde hace dos años la pesca se puso malísima y se saca poquito pescado”, comentó.

Tijerino Quiroz recordó que todavía hace unos cuatro años se encontraban bastantes guapotes, mojarras, pez roncador, róbalo y tilapias, pero ahora los diez pescadores artesanales de Tolesmayda la están viendo difícil por el poco pescado que encuentran, y para colmo, comenta

Tijerino Quiroz, hace como ocho meses en la costa salían los montones de peces muertos, sin que nadie explicara qué los estaba matando.

PISTA EN LA COSTA

En tanto el nivel del Cocibolca sigue decreciendo y su costa se vuelve más amplia, como una pista de seis carriles, la que está siendo utilizada como atajo para cortar camino, por conductores de algunos vehículos livianos.

Los tramos de costa más usados como pista son entre San Jorge y El Conde, entre el sector del Riego y Nahualapa, y entre El Menco y Tolesmayda.

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 SEQUÍA AMENAZA A MILES

La sequía del lago también amenaza la vida de al menos cuatrocientas mil personas de Chontales, Boaco y Rivas, quienes se abastecen de agua del gran lago, según Ruth Herrera, expresidenta de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillado (Enacal).

“Si el lago se retira más, se pone en riesgo el abastecimiento de agua de Juigalpa, San Juan del Sur y La Virgen, y eso tiene un efecto inmediato sobre la salud, es una situación alarmante que ya se está viviendo porque varios sistemas de agua conectados al lago han quedado secos”, comentó Herrera.

“EL CANAL ES LA SOLUCIÓN”

Ante la crisis de sequía que consume a los lagos Xolotlán y Cocibolca, dos asesores del Canal Interoceánico propusieron la implementación de la megaobra como solución al problema. Kamilo Lara, ambientalista, reconoce que los lagos sufren de estrés hídrico por varios factores, pero que el proyecto incluye obras de conservación y complemento a las crisis del lago. Mientras que Telémaco Talavera, vocero del proyecto, dijo:

“Hoy más que nunca requerimos los recursos que va a aportar el Gran Canal Interoceánico para invertirlos en restaurar el medioambiente y casualmente poder enfrentar los riesgos del cambio climático”.

14 Millones de galones de agua se extraen de 280 sistemas de agua potable conectados al lago, de los cuales el treinta por ciento están casi secos, precisó Ruth Herrera, expresidenta de Enacal.