La última vez que Mercedes Calero visitó Nueva Guinea —municipio donde dejó el ombligo— fue hace 14 años, porque ir le resultaba una odisea, pese a que vive a 46 kilómetros, en el poblado de San Francisco, que queda camino a Bluefields. Es que tenía que montar a caballo por más de ocho horas, y si era bajo aguaceros, la bestia no llegaba por la crecida de ríos o los fangos del camino.
Pero dentro de tres años ya podrá volver a su tierra sin pasar tales dificultades, porque existirá una carretera que —según el titular del Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI), Pablo Fernando Martínez— tendrá una vida útil superior a los treinta años.
La vía, explicó Martínez, será de concreto hidráulico y llegará hasta Bluefields, con una longitud de 72 kilómetros.
Para que Calero pueda ir con facilidad a Nueva Guinea o Bluefields en 2019, la Constructora Meco, empresa que ganó la licitación para construir toda la vía, actualmente realiza trabajos por ambos extremos. Por el lado de Bluefields lleva cuarenta por ciento en movimientos de tierra y colocación de pedraplén; y por Nueva Guinea inicia los movimientos de tierra.
“El proceso constructivo en ese proyecto (carretera que unirá el Pacífico con Bluefields) inicia con una capa de pedraplén, dado que son terrenos muy bajos, que requiere de una estructura de soporte muy especial que se está haciendo con rocas que se encontraron en el lugar”, explicó Omar Jiménez Araya, gerente general de Constructora Meco.
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Jiménez recordó que por el lado de Bluefields llueve la mayor parte del año y por eso es clave avanzar lo más que se pueda en el verano, para poder finalizar la carretera en los tres años previstos en el contrato que firmaron con el MTI.
Es por ello que la jornada laboral se extiende hasta horas nocturnas. “Estamos tratando de aprovechar este primer verano para poder cumplir”, agregó en una visita que realizó al sitio junto al ministro de Transporte e Infraestructura.
PUENTES, TRABAJOS PARALELOS
A la par de las labores mencionadas también se terminan de edificar cuatro puentes cuyos fondos provienen de la Cooperación Japonesa. El ministro de Transporte e Infraestructura indicó que los nipones donaron diez millones de dólares para construir los viaductos y una trocha de 26 kilómetros (que será pavimentada y está del lado de Nueva Guinea); y además con dinero del Presupuesto General de la República se construye un quinto viaducto.
Martínez manifestó que los puentes son construidos con rigor para que soporten a los vehículos pesados, porque de nada sirve si tienen una carretera de primera categoría y habrá problemas al momento de cruzar los ríos.
Para lograr la construcción de la carretera, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial realizaron préstamos al Gobierno de Nicaragua que juntos superan los 72 millones de dólares. A esto se le suman los diez millones no reembolsables de los japoneses y los fondos propios de Nicaragua. Las cuatro partidas permitirán que Calero pronto deje de vivir aislada.
CON LA NUEVA CARRETERA
La nueva carretera que permitirá que se viaje a Bluefields por tierra tendrá una capa estabilizadora de veinte centímetros de espesor y encima una capa de rodamiento de 18 centímetros. Esta última será de concreto hidráulico. La vía tendrá un ancho de once metros.
Los ingenieros del Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI) calculan que por esta carretera se podrá circular entre sesenta y ochenta kilómetros por hora.
En el poblado de San Francisco, que está ubicado entre Nueva Guinea y Bluefields, apenas hay dos vehículos. La razón es porque no había carretera