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La desigualdad debe ser un tema presupuestario

Lorena Barba, especialista de ONU Mujeres por la igualdad de género, pidió esta semana que los presupuestos estatales sean también destinados a disminuir la desigualdad entre hombres y mujeres en todos los países del mundo, en una entrevista con Efe en Asunción.

Lorena Barba, especialista de ONU Mujeres por la igualdad de género, pidió esta semana que los presupuestos estatales sean también destinados a disminuir la desigualdad entre hombres y mujeres en todos los países del mundo, en una entrevista con Efe en Asunción.

Barba, experta de ONU Mujeres en Presupuestos Sensibles al Género (PSG), apuntó que esa desigualdad se evidencia en áreas como la distribución de tareas en el hogar, ya que tradicionalmente se asigna a las mujeres el cuidado de niños y personas enfermas o dependientes.

La especialista señaló que aunque estas tareas no suelen ser remuneradas, generan un impacto en la economía del país porque suponen un ahorro para el Estado que, de otra forma, tendría que ocuparse de brindar estos servicios a través de inversiones públicas.

“Durante una crisis económica, los Gobiernos restringen servicios, como los de salud, con una atención hospitalaria reducida, y más pacientes derivados a sus hogares. En los hogares, quienes normalmente se encargan del cuidado son las mujeres, cuyo trabajo no remunerado sostiene a los Estados en crisis y reduce el impacto de esta crisis en la población”, expuso Barba.

La desigualdad de géneros, añadió, también es patente en la brecha entre los salarios que perciben hombres y mujeres por el mismo trabajo, especialmente en el sector privado, donde el sueldo se negocia.

“Los empleadores tienden a pagar menos a las mujeres por miedo a que queden embarazadas y abandonen sus puestos de trabajo, se ausenten por responsabilidades familiares, o tengan que pagar permisos por embarazo, maternidad o lactancia”, detalló.

EL ESPEJISMO DE LA “IGUALDAD” EN EL SECTOR PÚBLICO

En el caso del sector público, Barba explicó que en muchos países existe gran proporción de mujeres que son funcionarias públicas, pero se ven atrapadas por el “techo de cristal”: su acceso a puestos de trabajo de mayor responsabilidad es restringido, lo que las condena a percibir menores salarios.

Para tratar de mitigar estas discriminaciones, Barba solicitó a los Estados que atiendan a “los diferentes aportes, remunerados o no, que realizan las mujeres a la sociedad”, no solo en los cuidados familiares, sino también en los de los recursos naturales como “las semillas, la tierra o el agua”.

Citó además los ejemplos como los de varias ciudades de Ecuador, que han invertido recursos de sus presupuestos municipales para atender a las mujeres que hayan sufrido acoso y violencia callejera o en el transporte público a través de redes de paradas de buses seguras.

“Incluir el enfoque de género en los presupuestos públicos no significa duplicar o triplicar el gasto, sino administrar mejor los recursos (…). Los presupuestos sensibles al género van destinados a reducir la desigualdad que enfrenta el cincuenta por ciento de la población mundial”, concluyó Barba.

OBJETIVO DE DESARROLLO

La igualdad de género es el quinto de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030, establecidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como metas internacionales que deben lograr los países para “erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos”, según su página web.

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