El exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva instó este lunes 04 de abril al vicepresidente Michel Temer, primero en la línea de sucesión, a presentarse a unas elecciones si quiere asumir la Presidencia del país.
“No tengo nada contra Michel Temer, solo tengo que decirle que si quiere ser presidente de la República dispute una elección”, resaltó Lula durante un encuentro celebrado en su localidad, Sao Bernardo do Campo, junto con el sindicato de los metalúrgicos de la región metropolitano de Sao Paulo.
Lula se refirió a la posibilidad de que el vicepresidente Temer asuma el comando del país si la jefe de Estado, Dilma Rousseff, es destituida mediante un juicio político, un proceso ya que ha comenzado a ser tramitado en el Congreso.
El expresidente pidió la movilización de los sindicatos ante el juicio legislativo con miras a la destitución de Rousseff, cuya primera votación será realizada por una comisión especial de la Cámara de los Diputados en las próximas semanas.
“Quisieron derribar al Gobierno y lo hicieron de la forma más ilegítima. El impeachment solo es válido si hay crimen de responsabilidad y Dilma no lo cometió”, subrayó el expresidente, cuya reciente designación como ministro de la Presidencia se encuentra suspendida.
La oposición acusa a Rousseff de incurrir en maniobras contables para maquillar los resultados del Gobierno en 2014 y 2015, lo que no está permitido por la ley, pero el Gobierno insiste en que no supone un “delito de responsabilidades”.
Lula volvió a defender a su sucesora en el cargo, aunque precisó que es el momento de “arreglar” la política económica del Gobierno, centrada en el último año en un severo ajuste fiscal que ha pasado por la reducción de los gastos públicos y el aumento de los impuestos.
“Nuestro mercado es el pueblo trabajador, el ama de casa. Es para ellos para quien tenemos que hacer nuestras políticas de forma prioritaria”, añadió Lula durante el encuentro con el sindicato de los metalúrgicos, del que fue presidente durante los años de la dictadura brasileña.
El ex jefe de Estado, blanco de dos investigaciones por supuesta corrupción, volvió a poner en duda que exista alguien en Brasil “más honesto” que él y confió en que algún día le pedirán perdón por haber vertido “tantas mentiras” en su contra.
Las averiguaciones relativas a Lula están ahora bajo la jurisdicción del Supremo Tribunal de Brasil, que también deberá decidir si es válida o no la suspensión de su nombramiento como ministro.
El expresidente aseguró que, si la Justicia se lo permite, su papel en el Gobierno será el “conversar” y el de su ahijada política el de “gobernar”. EFE
