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Carlos Gómez, un jugador importante para los Astros. LA PRENSA/ARCHIVO

Un recuperado Carlos Gómez será una amenaza en la División

El jugador de beisbol Carlos Gómez a quién de vez en cuando llaman "CarGo", efectuó un pase fugaz por el cielo beisbolista de Houston en 2015. Como un cometa espacial dejó una estela impresionante en todos los frentes, en bateo, defensiva, velocidad y demostró una alegría innata, además de una singular personalidad de las que contagian.

El jugador de beisbol Carlos Gómez a quién de vez en cuando llaman “CarGo”, efectuó un pase fugaz por el cielo beisbolista de Houston en 2015. Como un cometa espacial dejó una estela impresionante en todos los frentes, en bateo, defensiva, velocidad y demostró una alegría innata, además de una singular personalidad de las que contagian.

El 30 de julio del año pasado, los Cerveceros canjearon a Gómez y Mike Fiers a los Astros por Brett Phillips, Domingo Santana, Josh Hader y Adrián House. Desde ese día el antillano se puso las botas tejanas y no sólo comenzó a producir, también se embolsó a la afición con su juego alegre, agresivo y alborotado que Houston no había visto en décadas.

“CarGo” nació el 4 de diciembre de 1985 en Santiago, República Dominicana. Batea y tira a la derecha. Hizo su debut en las Mayores el 13 de mayo de 2007 en el uniforme de los Mets. Luego pasó a los Gemelos (Enero 29, 2008), más tarde a los Cerveceros (2010) y por último a los Astros (2015).

A fines de la campaña del año pasado, mi entrevistado de hoy perdió de jugar algunos partidos debido a dolores provenientes del costado derecho y, aún así, rindió defendiendo el terreno y poniendo la bola en juego. Muchos peloteros reúsan jugar adoloridos, pero otros como Carlos soportan molestias y dolores por el amor a su equipo.

“La dolencia comenzó en una serie en agosto cuando efectuaba mi práctica de bateo. No era muy fuerte pero me hacía sentir incómodo”, dijo Gómez. “Me tomé el tiempo que debía tomar, pero desafortunadamente no mejoraba. No me quedó más remedio que jugar así, pero con la ayuda de los médicos y sus asistentes me pude mantener activo”.

De repente se acercó la ronda de los juegos de desempate en la postemporada y Carlos ya no tuvo el tiempo suficiente para mejorar de una vez. “Cuando jugamos contra los Yankees fue el día de más dolor, pero más tarde cuando nos enfrentamos a los Reales de Kansas City, me sentí un poco mejor”, dijo el jardinero.

Gómez luchó y trató de hacer lo indecible para rendir bien y lucir un juego normal frente a la afición. “Me entregué por completo a los masajistas del equipo con la esperanza de una especie de milagro, pero ya no había suficiente tiempo para que me sintiera bien”.

Algunos peloteros jóvenes tienden a mejorar en poco tiempo y los de edad más avanzada, digo arriba de los 35 o 37 años sufren muchísimo. En el caso de Carlos a los 30, todavía existe la pasión y la motivación para inconscientemente ignorar el dolor a la hora de la acción. “Yo considero que pertenezco al grupo de personas de recuperación rápida”, explicó el pelotero.

La temporada baja o de invierno no sólo sirve para que los peloteros vayan a pescar o a jugar golf a las áreas o países cálidos o a vacacionar dando la vuelta a la tierra. Un gran número de ellos dedica un buen tiempo para restañar las heridas y algunos hasta se someten a cirugías para corregir defectos con la esperanza de estar sanos y comenzar los entrenamientos completamente saludables.

“Gracias a Dios que luego de descansar a plenitud dos o tres semanas, el dolor desapareció por completo. Créeme, no hice absolutamente nada”, informó Carlos. “A esas alturas me di cuenta que para tratar eficientemente ese tipo de lesión, el reposo tiene que cumplirse al pie de la letra. Decidí retornar a República Dominicana y allí hice la terapia del descanso. En otras palabras pude hacer mi entrenamiento primaveral sin contratiempos”.

Gómez, además de tener las herramientas de todo un ligamayorista, posee el don de una alegría innata que despliega en el terreno de juego con mucha frecuencia, especialmente cuando se destaca en atrapadas sensacionales y otras jugadas críticas saturadas de emoción. Los fanáticos se contagian y le aplauden con abundante frenesí.

“Yo creo que se debe al deseo y a la pasión en lo que hago; cada juego para mí es como el primero, trato de rendir al máximo de mi condición física”, manifestó Gómez. “Me pongo en el lugar de los fanáticos. Si fuera uno de los aficionados en el estadio, me gustaría ver a un pelotero como yo. Cuando la persona va a ver un juego, debe salir satisfecha del espectáculo”. Creo que no es fácil desplegar tanto entusiasmo en partido de beisbol a menos que se tenga un volcán de energía como la del jardinero central de los Astros.

Un gran número de beisbolistas hispanohablantes de Liga Mayor juega pelota de invierno en los países de procedencia, pero unos cuantos evitan hacerlo por muchas razones; una de ellas es la prohibición lógica de las organizaciones a las que pertenecen que no quieren que sus jugadores se arriesguen después de haber invertido tiempo y fortunas en su preparación. Otros como Carlos, por salud.

“Ya tengo 4 años de no jugar beisbol invernal”, precisó el jugador. “Tengo tres hijos a quienes dedico tiempo para su formación y, me quedarían pocas horas para ellos si jugara beisbol de invierno. Además, es necesario descansar el cuerpo después de las temporadas rigurosas de verano en las Grandes Ligas”.

A Carlos, un ligamayorista de una década le picaron los pies por jugar en el invierno, pero siempre trató de mantenerse medio alejado del beisbol, aún de los juegos televisados para evitar la tentación de participar. En otras palabras ordenó todas sus prioridades.

El palo de 4 esquinas que Carlos desembarcó en Yankee Stadium para ayudar a los Astros a obtener la victoria del Comodín de los Astros fue la nota sobresaliente que los fanáticos en Houston recuerdan como algo inolvidable:

“Para mí, el jonrón no fue tan importante como el momento de celebrar la victoria entre el júbilo de mis compañeros”, matizó el nuevo Astro. “Sentí en la celebración que fue un punto culminante para pasar a la siguiente etapa, pero en mis adentros no me emociono tanto por las cosas que hago yo mismo, debido a lo que hago es enteramente por mi equipo. Lo que me interesa es el resultado final, la victoria”.

El gerente general de los Astros, Jeff Luhnow, obtuvo los servicios de Gómez para que hiciera algo así y, el dominicano ni corto ni perezoso respondió de acuerdo.

Pero el bombazo del jonrón contra los Mulos de Manhattan no fue lo único que Carlos tenía preparado en su arsenal. Más tarde, en la serie por el campeonato de la Liga Americana contra los Reales, de nuevo se puso las botas y, como montado en un brioso corcel recorrió todo el diamante luego de un cañonazo de cuadrangular en el cuarto juego de la Serie:

“El jonrón contra los Yankees fue un poco más valioso porque se trataba de un juego de vida o muerte”, comentó Gómez. “El del partido contra los Reales, que dicho sea de paso perdimos, necesitó de más agresividad, pero nos quedamos cortos”.

Pregunté a Carlos que cuáles eran sus expectativas, ahora que tiene la oportunidad de jugar la campaña completa con los Astros: “Por el momento sólo tengo una, la de mantenerme saludable”, explicó Carlos con una ligera sonrisa. “También espero jugar más de 150 partidos si me mantengo fuera de la enfermería. Si esto fuera así, las estadísticas aparecerán de acuerdo a mi rendimiento. Quiero comenzar la campaña con buen pie para ir de nuevo a las series de desempate”.

En lo que respecta a que los Astros hayan mejorado para este año, Gómez cree que es prácticamente el mismo equipo, con la diferencia de que sus jóvenes tienen ahora un año más de experiencia jugando juntos, y esto les permitirá jugar mejor acoplados.

Carlos opinó con respecto al canje que los Astros efectuaron con los Filis de Filadelfia que involucró a 7 peloteros para adquirir al velocista taponero derecho Ken Giles: “Ese joven representa un ángulo muy importante en el ‘bullpen’ de nosotros. Estoy seguro que nos ayudará bastante”, señaló.

En el 2015 Carlos bateó solamente149 veces con Houston y resultó con promedio de .242.

Para terminar mi plática con el quisquellano, aproveché para preguntar cuál sería su plan para mejorar en esta temporada: “Tuve varias lesiones y por eso perdí de batear 200 turnos el año pasado. En general con sólo 400 visitas al plato ya casi tenía 60 carreras empujadas y 13 jonrones. Si hubiera cogido el número de turnos regulares (600) en el año completo, mi campaña habría sido mejor que otras anteriores”. Gómez jugó 4 meses para los Cerveceros antes de ingresar a las filas de los Astros.

René Cárdenas, además de cubrir a los Astros para el diario La Prensa de Nicaragua, escribe para  Astros Magazine. Fue narrador de los Dodgers, Astros y Rangers. Con los Astros en 2008, también narró en TV. Edita su propia página no comercial de beisbol www.laestufacaliente-baseball.com y es miembro activo de la BBWAA. En tres ocasiones figuró en la lista de candidatos al Salón de la Fama de Beisbol en Cooperstown. La primera vez fue en la década del 90. Búsquelo en Twitter @RCardenas3.

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