Hace un mes, más o menos, Evert Palacios, periodista y propietario de un comedor en Rivas, convocó a otros para hacer algo por los monos que estaban muriendo por falta de agua y alimentos en distintas comunidades de Rivas. Llegaron ocho personas a la reunión y, además de crear una página en la red social de Facebook, se apuntaron a caminar varios kilómetros en fincas de Tola y colgar de algunos palos pichingas con frutas y agua para dar de comer y beber a las manadas de monos que malviven en la zona.
Varios viajes han pasado desde esa primera reunión, y otros más se han sumado a la iniciativa de estos rivenses. Este primer domingo de abril, llegaron 130 personas, cargadas con agua y frutas. Caminaron siete kilómetros y se tostaron por el sol antes de hallar a los monos congo, monos araña y cara blanca, que no se habían visto, vivos y hambrientos, cuenta Palacios, el gestor de esta cruzada que sigue creciendo y que apenas llueva tienen planes de reforestar con árboles frutales para asegurarles alimentos a los primates.
A la calamidad de los monos en Rivas, se han sumado otras crisis ambientales en los últimos meses que han puesto en evidencia la falta de políticas públicas al respecto: la deforestación imparable de pinares en la cordillera de Dipilto, el desecamiento de lagunas, ríos y lagos como el Cocibolca, que tiene al borde del colapso en el transporte acuático hacia la isla de Ometepe, o la pérdida de caudal del río San Juan que ha provocado desabastecimiento al municipio de San Juan de Nicaragua.
Son solo algunos ejemplos de la crisis ambiental que se explica en parte por el fenómeno de la sequía, pero en buena medida por el uso irracional de los recursos naturales, según han descrito reportes periodísticos en las últimas semanas.
INDÍGENAS CONTRA DESPALE
A mediados de marzo, centenares de pobladores de Cusmapa, Madriz, protestaron contra el despale de pinares en esa región que se viene reportando desde el año pasado, con el pretexto de frenar el avance del gorgojo descortezador.
“Sin bosques no hay agua, sin agua no hay vida”, corearon los habitantes de Cusmapa ese domingo. Durante la marcha se leyó un comunicado en el que se exigía combatir la plaga sin afectar el medioambiente.
El documento estaba inspirado en palabras del papa Francisco, que ha abogado por la conservación de la naturaleza, y fue entregado esa tarde a las autoridades locales, a la alcaldesa y el delegado del Inafor (Instituto Nacional Forestal).
La tala de pinares no solo ha agravado la sequía de las fuentes de agua y el calor en municipios del Corredor Seco, sino que también ha provocado que animales como los coyotes busquen refugio y alimentos en caseríos aledaños. En ningún otro municipio de Nueva Segovia se registran marchas y protestas contra el despale de pinares, pero cada día se multiplican en las redes virtuales las denuncias de despale y sequía de ríos como el Coco.
En el caso de la crisis de los monos en Rivas, los pobladores han sido constantes en el traslado de víveres para los animales. Palacios dice que ha llegado gente de Managua, Masaya, Granada y Carazo. La Organización Nicaragüense Ambiental, que tiene sede en Masaya y está en contra del maltrato animal, convocó a pobladores el fin de semana pasado y volverán a hacerlo en las próximas semanas.
A Palacios le ha llamado la atención personas como doña Carmen, una señora propietaria de un comedor, que pone a disposición sus recursos para llevarle comida a los monos y siempre va a las jornadas con su nieto.
A Sandra Jarquín se le ocurrió la idea de plantar árboles en andenes de la colonia Nicarao, pero no sabía dónde acudir para conseguir plantas. Después de preguntar en distintas instituciones, le orientaron llamar al Inafor, donde asegura que un funcionario amable le dijo que podía presentarse a este instituto para que le provean las plantas que vayan a necesitar. Jarquín irá a traer las plantitas donadas en los próximos días, pero aún dice que necesita un permiso de la Alcaldía.
DESDE REDES VIRTUALES
En las últimas semanas, en la red de Facebook apareció un grupo público Veda Verde, que ya suma más de 8,000 miembros y que se define como un “movimiento ciudadano de reforestación”, que aún no comienza a reforestar.
José María Reyes, productor e impulsor de este grupo, aseguró vía Facebook que tienen tres propósitos: uno, detener la tala de bosques; dos, crear la nueva ley de veda y tres, reforestar Nicaragua.
“Hasta que vayamos plantando el último palito que perdimos”, comentó Reyes y agregó que se trata de “un grupo de crecimiento horizontal. No tenemos color, ni partido político, este no es un problema ni de frentes, ni de traseros, aquí todos bebemos agua”.
Según Reyes, es la primera actividad de este grupo que se ha reunido en las instalaciones de la UAM (Universidad Americana) y ha creado distintas comisiones de trabajo. Según Reyes, la “cruzada” de reforestación arrancará en menos de diez días y abarcará distintos puntos de la geografía nacional.
Mientras arrancan, la página se alimenta con comentarios y fotografías que denuncian el recorrido de la calamidad ambiental que abarca distintas regiones del país, donde todavía la población no despierta.
VECINOS SE ORGANIZAN PARA REFORESTAR
Esta semana en Ciudad El Doral, una urbanización ubicada en Carretera Nueva a León, una zona árida y seca donde antes existían fincas algodonales, sus habitantes también reaccionaron a la crisis ambiental.
Un vecino del lugar recogió 59 botellas plásticas tiradas sobre la avenida principal y lo publicó en el sitio Facebook de los residentes. El gesto motivó a otros habitantes a hacer propuestas y aportes para limpiar y arborizar la zona y gracias a una vecina, Perla Marina Gavarrete, una empresa donó 60 árboles de cedro real y caoba.
Los árboles fueron distribuidos entre vecinos voluntarios que los apadrinaron para sembrarlos y cuidarlos. En el proceso, un residente ofreció 20 plantas de cítricos y otro ofreció gestiones para tratar de conseguir 30 plantitas más y arborizar la comunidad.
Ante la iniciativa ciudadana, la administración del lugar ofreció gestionar con un banco una donación de árboles para una jornada ecológica el 22 de abril en el marco de la celebración del Día Mundial de la Tierra y reforestar un área verde dentro del lugar. (Con la colaboración de José Adán Silva).
