La Alianza Evangélica de Nicaragua participó, del 4 al 7 de abril, en una cumbre de la Alianza Evangélica Latinoamericana, realizada en Honduras, en la que fueron acogidos por el presidente de ese país Juan Orlando Hernández, con quién compartieron las problemáticas de la región.
En la cumbre los sectores evangélicos reflexionaron sobre los males que afectan a las naciones del continente, entre estos conflictos políticos, persecución religiosa, el aborto, la educación, la familia, impactos ambientales, entre otros temas.
“Expusimos toda la problemática que viven nuestros países del continente y el objetivo es buscar un plan estratégico en común que responda a cada una de nuestras realidades”, señaló Mauricio Fonseca Pereira, presidente de la Alianza Evangélica de Nicaragua.
Fonseca explicó que en cuánto a la libertad de culto, se destacó a Nicaragua, al considerar que en el país esta tiene un total respeto por parte del Estado.
“También se destacó la parte de la seguridad ciudadana que goza Nicaragua y eso fue reconocida por los países participantes”, destacó Fonseca.
Sin embargo, Fonseca explicó que en la parte institucional “sí hay problemas en Nicaragua y nosotros hemos estado orando a Dios para que las elecciones nacionales de noviembre se realicen en paz y que se hagan en el marco de la legalidad y la justicia”.
PIDEN APERTURA
Por su parte, Benedicto Hernández, miembro de la Alianza Evangélica, expresó que en el actual periodo del presidente Ortega a los evangélicos se les discrimina, sin explicar las razones.
“A los evangélicos, que somos la gran mayoría, el gobierno no nos da espacios de diálogo y la Alianza Evangélica que aglutina más del 90 por ciento de todas las denominaciones del país, debe tener incidencia, pero el gobierno no nos toma en cuenta para nada y no sabemos cuáles son las razones”, explicó Hernández.
Por su parte, José Luis Orozco, encargado de la juventud de la Alianza Evangélica, dijo no entender por qué el gobierno margina a los evangélicos en los procesos de diálogo.
“No entendemos por qué el gobierno toma esas decisiones, pero los evangélicos somos una voz, como lo es la Iglesia católica. Para nosotros los jóvenes es importante incidir en la comunicación, en la política y en la vida familiar y social. Somos referentes de cambios y los gobiernos no nos pueden ignorar”, expresó José Luis Orozco.