Metida en un pequeño pozo artesanal excavado en el centro de lo que alguna vez fue el río Fonseca, en Boaco, María Teresa Gutiérrez, busca agua para lavar ropa.
“Este río antes era caudaloso, pero esta vez ha sido la peor sequía, cada vez que vengo a lavar tengo que hacer este pozo entre las piedras”, dijo la señora.
A lo largo de la cuenca se pueden ver varios hoyos con un poco de agua, los cuales los pobladores aledaños al río utilizan para extraer un poco de agua para los quehaceres domésticos.
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“Aquí cada quién hace su hoyo (pozo) cuando quiere tener agua, solo le echamos un poquito de cloro. El agua que bebemos es otra, mi marido la va a buscar, aunque sea un balde, porque cuesta conseguirla”, detalló Gutiérrez.
En un recorrido realizado por LA PRENSA se logró constatar que del estadio municipal de Boaco hacia arriba, hasta llegar a la represa, a unos 2.2 kilómetros, la cuenca del río Fonseca está seca y solo se observan unas pequeñas pozas de agua, sin corriente.Igual se ven reducidos en su nivel y caudal los ríos que abastecen esta fuente de agua.
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Mientras que del estadio hacia abajo, hasta el barrio Paso de Lajas, a unos 2.3 kilómetros se observó la mayor cantidad de agua, pero esta se encuentran llena de basura, el color de la misma es oscura y despide hedor, porque las aguas negras de Boaco desembocan en esa parte de lo que fue el río.
Para Augusto Ingram, ingeniero en Ecología Agraria, especializado en Gestión Integrada en Recursos Hídricos, el principal problema de este río es la deforestación en las zonas de recargas de agua. El Fonseca es la principal fuente de agua de los boaqueños y está ubicado en medio de dos cerros.
El problema, señala Ingram, es que esos dos cerros ya están deforestados, en el sector conocido como El Diamante hay quemas y áreas de cultivo en las orillas del río, antes eso no se daba y esa es una zona de recarga.
AUTORIDADES CALLAN
En la ciudad se rumora que a la presa El Diamante solo le quedan ocho días de agua, lo cual LA PRENSA trató de constatar con la delegada de Enacal, Mercedes Campos, pero en su oficina dijeron que no se encontraba.
Un trabajador de dicha empresa dijo a este Diario que la información es real. “La presa solo tiene ocho días de agua, por eso ahora Enacal solo está dando agua cada cuatro días o más, para ver si (la presa) recupera un poco el nivel, el plan B es abastecer a la ciudad del pozo 6, ubicado detrás del estadio, porque ese es el que da más agua”, detalló el empleado, quien solicitó el anonimato.
Según el encargado de Unidad Ambiental de la Alcaldía Municipal, Léster Mora, esta institución tiene contemplado realizar una limpieza en el río, puesto que el invierno se aproxima. Asimismo se está elaborando un plan de reforestación, porque se construirá un vivero cerca del Fonseca, pero aún no tienen fechas para estas acciones.
De acuerdo con Paola Gómez, concejal del PLI, en las sesiones del concejo no se ha planteado ninguna acción para mitigar el problema de la sequía.
“Ni nosotros ni ellos hemos planteado nada sobre el tema del río. Lo hicimos el año pasado, que queríamos reforestar, pero no se le dio pase y hasta la fecha no sabemos por qué”, aseguró.
Mientras tanto, María Teresa Gutiérrez deberá seguir buscando agua debajo de las piedras para poder realizar los quehaceres de su casa.
Hace una semana un grupo de niños, organizados como Salvemos el río Fonseca, realizaba una campaña para salvar el afluente, que presentaba un caudal muy débil.
LA QUEBRADA DAMAJAO AGONIZA
Las aguas servidas o sucias y la basura en una quebrada que cada verano se seca y se contamina más es ahora una preocupación de ambientalistas de Jalapa. El manantial baja del cerro La Cruz, al norte de Jalapa, pasa por el sector 4, cruza hacia el sur por el puente Damajao y cae al río Lindo, uno de los afluentes del río Coco.
Los vecinos recuerdan que el año pasado el Ministerio de Salud exigió a muchos pobladores que quitaran las tuberías instaladas para dirigir las aguas servidas a la corriente. Sin embargo muchos continuaron botando aguas sucias y por la noche botan cantidades exageradas de basura, contaminando la débil corriente, de lo que algún día fue una quebrada de fuerte caudal.
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Norma de Betanco, miembro del grupo ambientalista Por un Jalapa Verde, sostuvo que en una gira reciente que realizó una parte del grupo, comprobaron que las aguas sucias y la basura están contaminando la fuente de agua que muchos pobladores en su recorrido utilizan para uso domiciliar cuando a las tuberías no llega el agua potable.
Según Betanco, la contaminación de las aguas y el despale en el cerro La Cruz, su punto de origen, está destruyendo esta riqueza natural que aún tiene Jalapa. Alina Lorío