14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
Evangelizando, templos
Gonzalo Cardenal M.

La comunicación entre los esposos (III entrega)

Los obstáculos más corrientes para la comunicación suelen ser los siguientes:

1. El no comprender o no aceptar lo decisivo que es la comunicación en nuestra vida.

2. El segundo es no darle la prioridad que necesita tener.

3. Y el tercero es el de no programar el tiempo necesario para ello.

Otros grandes obstáculos a la comunicación son nuestras actitudes. La actitud de decir por ejemplo: “Es que yo soy introvertido”, o “es que yo no soy muy expresivo”. Necesitamos arrepentirnos y darnos cuenta de que no buscamos la comunicación por gusto (aunque con el tiempo llega a serlo) sino por necesidad.

Otra actitud errada es querer compartimentalizar la vida: vos aquí a cargo de esto, yo allá a cargo de lo otro, y dejame en paz. “Yo me encargo de los reales, vos encárgate de la casa y de los niños”, “yo no me meto en tus problemas, no te metas en los míos”.

Otra actitud muy dañina es la escudarse en el diálogo para acusar, recriminar o juzgar. En algunas personas esto llega a ser un verdadero hábito o “estilo” de comunicación y pone a la otra persona a la defensiva. Es por ejemplo la persona que dice: “Nunca vamos a ninguna parte” en vez de decir simplemente “Amor, ¿vamos al cine?” O el que dice: “Ya te he dicho 100,000 veces que no te rasures las piernas con mi máquina de afeitar” en vez de “Amor, realmente me molesta que uses mi máquina porque destroza la cara”. El problema es que cuando hay algo que realmente exige una corrección seria, o cuando se traza un programa de cosas en que el otro necesita mejorar, nos encontramos con una actitud defensiva.

Cuando por el contrario, se desarrolla una actitud amorosa y confiada, en donde contamos de antemano con la comprensión y el perdón del otro, es muy frecuente que espontáneamente reconozcamos nuestros propios errores y aún nos adelantamos a pedir disculpas.

El temor a tocar ciertos temas o hablar de ciertos problemas, es otra actitud dañina. A veces se ocultan cosas por temor a herir al otro. Otras, por temor a no tener una solución al problema. Otras, finalmente por un falso sentido de “resignación cristiana”. Un ejemplo de estas cosas puede ser el de las frustraciones sexuales de uno de los cónyuges. En muchos matrimonios es un tema intocable. Alguna vez por temor a que el otro se sienta herido en su orgullo de hombre o de mujer. O por miedo a no encontrar solución, o inclusive a empeorar las cosas.

Tenemos que superar estas actitudes. Ya dijimos anteriormente que un matrimonio de éxito no es un matrimonio sin problemas, sino un matrimonio que se enfrenta a ellos mediante la comunicación, y desarrolla una capacidad para resolverlos juntos. Debemos saber cómo y cuándo ventilarlos. La resignación cristiana tiene su lugar y su tiempo en nuestras vidas, pero no puede ser la respuesta general a problemas que se deben y se puedan resolver.

Debemos tomar conciencia de que el día de nuestro matrimonio sacramental, el Señor estableció una alianza con nosotros. Él es parte de nuestra familia y el Señor de nuestro hogar. Su omnipotencia está involucrada en nuestras vidas. Debemos contar con ella, aún para lo que pueda parecernos imposible. El Señor nos ama, tiene para nuestro matrimonio un plan muy superior y más hermoso que lo que nosotros nos atrevemos a imaginar y debemos esperar en él y colaborar con él para llevarlo a su plenitud.

El AUTOR ES MIEMBRO DEL CONSEJO DE COORDINADORES DE LA CIUDAD DE DIOS.
[email protected]

Opinión

COMENTARIOS

  1. El Observador
    Hace 8 años

    Pienso que Gonzalo tiene mucho material como consejero matrimonial y que además habla con la voz de la experiencia. Porque solamente cuando se ha vivido una larga vida, se puede hablar con autoridad sobre un tema tan espinozo.

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí