14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Román González, en el entrenamiento. LAPRENSA/GERMAN GARCÍA

Román González trabaja a fondo para llegar a su nivel óptimo

Lo que pasa es que subí porque tomé mucho líquido, pero eso se baja rapidísimo, lo acabo de comprobar”, asegura Román “Chocolatito” González.

Corriendo alrededor de la piedra de los sacrificios, saltando sin pausa la cuerda, mientras el sudor busca el escape del cuerpo. Está exhausto, un rostro cansado vale más que mil palabras, ha trabajado como aquellas hormigas en la construcción del hogar, en la búsqueda de la comida, todo eso por culpa de haber marcado en la mañana 117 libras. “Chocolatito” no se movió ni se quejó con palabras en el adiestramiento hasta que se desnudó y marcó lo anhelado: 115. “Hombre, eso si fue cansado”, dijo González.

Lea: Román “Chocolatito” González tiene una agenda asfixiante en Los Ángeles

“Ah, ah, ah”, grita González, Wilmer Hernández lo mascotea, hay unas cuarenta personas en el gimnasio Wild Card Boxing, que gritan cuando el momento se pone intenso, prueban todo tipo de combinaciones. El muchacho de La Esperanza escupe, sigue gimiendo, se mueve con constancia, el agua del cuerpo brota como una cascada. “Vamos campeón, sigue, sigue”, dice Hernández, entretanto Arnulfo Obando le recuerda el tiempo: “Quedan treinta segundos”.

Román tiene esa mirada segura, otra vez recobró la confianza, no por gusto dijo “en la báscula no dejaré mi título”, a pesar del agotamiento, “Chocolatito” conserva la técnica brillante en medio de la agitación, la exposición de golpes se revelan con memoria fotográfica, el campeón ha cumplido en su primer día de entrenamiento completo, el cual empezó con una corrida en la caminadora del hotel, luego entrevistas en ESPN y cerró sufriendo, cumpliendo la frase de que las peleas se ganan en el gimnasio.

DSC_0692“No me siento desgastado como en otras ocasiones. Estoy fuerte”, declara González sentado en la banca tras tomar un baño, con una bebida rehidratante en la mano y un enlatado de frutas. “Mantengo el plan de que no entrenaré el jueves porque antes ya debo haber marcado el peso”, agregó. El susto de la mañana se esfumó.

HUBO SUSTO POR EL PESO

“Lo que pasa es que subí porque tomé mucho líquido, pero eso se baja rapidísimo, lo acabo de comprobar”, asegura Román “Chocolatito” González.

Un nutrido grupo de personas lo resguarda, se sube a su vehículo negro y se alista para ir a dormir. Ya son las 8:00 de la noche en Los Ángeles y el gimnasio ha cerrado. Diga lo que diga, Román terminó exprimido, pero con aliento para el día siguiente.

Aún le quedan batallas por librar, peso que bajar y fortaleza por adquirir, pero a pesar de su ritmo pausado, Román sabe que avanza en la dirección correcta.

Deportes boxeo McWilliams Arroyo Román González archivo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí