Que dramático es recibir en una sala de emergencia a una persona de 40 a 50 años, que se encuentra en la plenitud de sus facultades de todo tipo gritando por tener un terrible dolor opresivo en el pecho. Lucía pálido, sudoroso, y tenía una gran angustia “porque siente que puede morir”.
El electrocardiograma confirma la sospecha del médico internista de que estamos frente a un infarto agudo del miocardio (IAM) o “ataque cardíaco”, primera causa de muerte en nuestro país.
El IAM es una forma dolorosa de la cardiopatía isquémica o coronaria, enfermedad frecuente que se produce cuando las arterias del corazón no llevan el oxígeno y nutrientes al músculo cardíaco por que sufren diversos grados de obstrucción.
Varios factores de riesgo descuidados conducen al IAM: edad mayor de 55 años, sexo masculino y mujeres después de la menopausia, hipertensión arterial, diabetes mellitus y grasas elevadas de la sangre, en especial colesterol, así como el tabaquismo.
No hay peor veneno para los vasos sanguíneos que fumar cigarrillos, una adicción que puede llevar a la muerte y que se aprende por influencia social y de los medios de comunicación en la infancia y adolescencia.
La nicotina se adhiere a sitios cerebrales y le impone al fumador “su cuota” diaria.
Los años de consumo de tabaco los calculamos con la siguiente fórmula: años de consumo igual a número de cigarrillos fumados al día/20 x número de años fumando. También a este resultado se le llama Índice tabáquico.
Recordemos que el consumo de tabaco es la mayor causa única de enfermedad y muerte prematura, y se asocia con el aumento de riesgo de enfermarse y morirse del corazón, arterioesclerosis, derrames cerebrales y falta de riesgo sanguíneo de las arterias de miembros inferiores.
Doy la bienvenida a todos los nuevos dispositivos de lucha contra el tabaquismo como Nico-block 99.
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