Había una decoloración mística, sobre el ring estaba el mejor peleador libra por libra del mundo, pero daba la impresión que con un soplo se desvanecía. Rodeado de periodistas estadounidenses y latinos, camarógrafos y fotógrafos enfocaban hacia el pequeño destructor, que en ese momento apareció en estado de hibernación. Román “Chocolatito” González subió al escenario, estiró los músculos, fue entrevistado por HBO y se marchó.
Mientras “Chocolatito” hacía sombra, su equipo de trabajo lo alentaba. Carlos Blandón, apoderado, aplaudía y fungía de maestro de ceremonia de la función.
“No hay necesidad de entrenar, solo haremos estiramientos. Hoy pesó 113.2. Está listo para el viernes, solo resta descansar”, explicó su preparador físico Wilmer Hernández. Aunque Román ha perdido los colores de su arcoíris, siempre habla con seguridad. “Ya todo está dicho, yo no peleó solo por mi, peleo por un pueblo que me da motivación día a día”. “No se trata de ser el número uno y disfrutar del éxito, sino de trabajar por seguir escalando”, agregó.
LAS EXPECTATIVAS
Muchos periodistas estadounidenses pensaron que “Chocolatito” no tardó la media hora estipulada por los organizadores del evento porque no quería mostrar sus estrategias al oponente, sin embargo el entrenador Arnulfo Obando, explicó al respecto. “No se trata de eso, nosotros nunca hemos ocultado nada, es más hasta yo he subido vídeos, lo que pasa es que Román no tiene ya porque entrenar, es desgastarse por gusto”.
Según Kieran Mulvavey, presentador estrella de HBO, McWilliams Arroyo es un poco más peligroso que Edgar Sosa, pero no alcanza para derrotar a “Chocolatito”. “Veo una pelea vinculada solamente del lado de Román. Arroyo es un buen peleador pero eso no basta para ganarle a un hombre que tira golpes de cualquier ángulo, acorrala a sus contrincantes y golpea de forma abrumadora”.