La Asociación Nacional de Reforestadores (Confor) emitió un comunicado urgiendo al Estado hacer una diferenciación entre el cultivo de árboles en plantaciones forestales y la explotación indiscriminada de los bosques naturales, pues su actividad está siendo afectada por la suspensión de los trámites de transporte y exportación de productos forestales, medida que tomó el Instituto Nacional Forestal (Inafor), la semana pasada.
“Los beneficios económicos, ambientales y sociales derivados de estas inversiones son múltiples. Reducen la presión sobre los bosques naturales al producir madera para la industria forestal, para leña y para la generación de energía. Crean empleos de calidad y dinamizan la economía de las poblaciones del campo, ayudan a luchar contra el cambio climático al capturar carbono. Protegen los suelos, crean refugios silvestres y contribuyen a la infiltración de agua”, reza el comunicado presentado por Salvador Mayorga, presidente de la Confor.
Durante su comparecencia semanal el presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, abogó por el gremio reforestador.
Reseñó que el esfuerzo de las plantaciones forestales que fueron sembradas hace más de una década permitieron el año pasado exportar sus primeras cosechas y que este año tenían una meta de exportar en valor unos cinco millones de dólares en madera en rollo y procesada.
“Tenemos que entender que en el caso de este tipo de decisiones hay que ser muy cuidadosos por las implicaciones que esto tiene en diferentes aspectos de la actividad económica del país”, dijo Aguerri.
OTROS AFECTADOS
Con la medida estatal, el gremio reforestador no es el único que está siendo afectado dentro del sector económico. Aguerri señaló que en la comunicación oficial que emitieron a la Presidencia detallaban el caso particular de un ingenio azucarero que ocupa sus propias plantaciones de eucalipto para la generación de energía cuando se ha agotado el bagazo de la caña.
“Estamos hablando de plantaciones propias, privadas, de eucalipto que se usan dentro del mismo ingenio y que lo único que hay que hacer es el corte y trasladar adonde están las calderas. Este proceso, por ejemplo, ahorita no se puede hacer”, mencionó el presidente del Cosep.
La construcción es otro sector que está siendo afectado, porque no se puede utilizar formaletas y en las exportaciones también se está perjudicando al no tener polines y embalajes utilizados para el traslado de frutas.
“Tenemos inventario que está en las empresas y que no puede ser entregado a los exportadores y que es una realidad que tenemos que diferenciar de lo que estamos queriendo cuidar. Igual que lo que sucede en los ingenios, hay zonas francas que necesitan de este producto para sus procesamientos industriales y no pueden en estos momentos tener acceso a este tipo de materia prima”, recalcó Aguerri.
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