En niveles que no se habían visto en los últimos treinta años se encuentra el río San Juan, según pobladores de El Castillo y transportistas acuáticos. En algunos trechos del río el nivel del agua no alcanza ni los cincuenta centímetros de profundidad.
Teresa Mariscal, de Fundación del Río, aseguró que el bajo nivel del San Juan está relacionado con la sequía que se ha presentado en la región del Pacífico.
“La cuenca del río San Juan y el río, propiamente, dependen de la cuenca, entonces si en el Pacífico hay sequía quiere decir que hay menos agua en el lago y el caudal del río disminuye”, explicó Mariscal.
Fundación del Río es un organismo ambientalista que tiene 26 años de trabajar en incidencia ambiental en el departamento de Río San Juan y la reserva de biósfera del Sureste de Nicaragua.
PREOCUPADOS POR AFECTACIÓN AL RÍO
Arles Alemán, dueño de una lancha turística, aseguró que el río San Juan se “ha secado más que los otros años, en partes está a un metro, en otras a setenta, ochenta centímetros (de profundidad)” y esta situación viene a dificultar la navegación.
“Lo que ha bajado es hasta ochenta centímetros, por ejemplo, en esta parte del raudal de Sábalo y El Castillo es duro, está difícil”, dijo Alemán.
“Parece mentira, yo estoy asustada porque yo soy de aquí y nunca había visto el río así, (se) ha secado, pero no así como está ahora”, afirmó Carmen Espinoza de Aragón, quien tiene 82 años de edad y desde los 8 vive en El Castillo.
SE CRUZAN EL RÍO A PIE
Según Espinoza de Aragón, el río San Juan ha ido disminuyendo su caudal aceleradamente desde diciembre de 2015. “Da compasión (pena) ver cómo la gente grosera pega fuego, porque eso afecta al río. Si usted se va más para allá, antes de Bartola, se cruza el río a pie, es piedra”.
Mariscal explicó que “gran parte de los ríos que desembocan en el lago Cocibolca y que están en la franja sur, uno de ellos, Papaturro, está siendo represado por Costa Rica, y este, además de ser un conflicto binacional que debería estar siendo atendido por la cancillería nicaragüense, está disminuyendo los volúmenes de agua que entran al lago Cocibolca y por consiguiente al río San Juan”.
Otro aspecto que ha afectado el caudal del San Juan y ha acrecentado la situación generada por la sequía se refiere a los altos niveles de deforestación. Según Mariscal, “prácticamente lo que queda de bosque es la Reserva Indio Maíz, entonces la capacidad de infiltración de la poca agua que cae es mínima”.
SEDIMENTOS, EL OTRO GRAN PROBLEMA
La situación de sequedad del río San Juan también se ha visto acrecentada por los millones de toneladas de sedimentos que anualmente caen al lago Cocibolca, procedentes de Costa Rica, y que son arrastrados al San Juan.
Mariscal aseguró que “los ríos que están al sur y desembocan en el Cocibolca, nacen en una zona volcánica de Costa Rica y todo el tiempo está tirando arena y eso, sumado a la deforestación costarricense, cuando llueve arrastra sedimento al río San Juan”.
Según cifras del Banco Mundial, de los 18 millones de toneladas de sedimentos que caen al lago Cocibolca, unos 15 millones provienen de Costa Rica.
LLEGADA DE TURISTAS NO HA DISMINUIDO
Según la encargada de información turística de El Castillo, Eva Aburto, la llegada de turistas no ha disminuido a pesar de la sequía; lo que sí se ha visto afectado es el transporte, “el traslado de turistas es muy difícil, porque está muy seco el río”.
Sin embargo ya en días pasados, los empresarios turísticos de El Castillo manifestaron a LA PRENSA que los bajos niveles del río sí han afectado la actividad turística, ya que los recorridos en lancha se han tenido que acortar por la difícil navegabilidad.
SIN CAMARONES, CANGREJOS Y SÁBALOS
Ronaldo Obregón, también transportista acuático, aseguró que “al sábalo lo están matando indiscriminadamente y el Marena (Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales) no hace nada, ¿de qué sirve que haya veda si no paran nada? Aquí diario matan seis, siete sábalos”. Obregón afirmó que ciudadanos costarricenses desde la trocha tica “tiran veneno sobre el río y no hay camarón, no hay cangrejo ni mojarra. De Bartola para abajo, ahí donde está la carretera, vas a ver ticos tirando veneno y el Marena no hace nada”.