Nacidos en la naturaleza de un espíritu contestatario, provocador e iconoclasta surge el grupo Artefacto. Un colectivo unido por las artes visuales, (la fotografía, las instalaciones, los ensambles, la escultura, la pintura y el grabado entre otras expresiones artísticas) y que desde sus inicios tendrán su propia revista del mismo nombre y su propio espacio para exponer.
Está vez Artefacto y sus miembros abren sus archivos con la muestra, flashback/artefacto (Los archivos), en el Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica en la UCA, hoy a las 6:30 p.m. Una vuelta para descubrir cómo se vivían los años noventa en las Artes Visuales, quiénes eran sus principales creadores y cómo se presentaban.
EL SURGIMIENTO DE LAS ARTES VISUALES EN EL PAÍS
Para el arquitecto y artista visual, Raúl Quintanilla, artífice de este grupo y promotor de la muestra, “trata de mostrar un mapa del surgimiento del Arte Contemporáneo en Nicaragua. La historia actual dice que surgió con las bienales de artes visuales.
La muestra plantea otra cosa. Propone que realmente surgió en la década de los ochenta. Mucho antes que en el resto de Centroamérica”, acota el artista.
Raúl explica que “surge por varias razones, por la revolución misma, por la relación establecida con los artistas de ARTISTS CALL Against U.S. In- tervention in Central America, (intercambio de ideas, de información, de exposiciones, etc)”, sostiene.
Y agrega, “surge por el arte en las calles (pintas, murales), surge por la estrategia de la Asociación de Trabajadores de la cultura (ASTC) de impulsar una generación de relevo, a través de certámenes y foros de las artes plásticas (11 ediciones a partir de 1980)”.
LOS 90, LOS FUNDADORES
Quintanilla relata que Artefacto nació en 1990 y fue una idea colectiva de Patricia Belli, Juan José Robles, Juan Rivas y él.
“Luego se expandió hacia una zona autónoma temporal, siguiendo la idea de Hakim Bey. La revista fue fundada realmente por Juan Bautista Juárez, quien editó el primer número en 1992”, destaca.
Un primer número apareció en abril de 1992 y reunió a una variedad de creadores, María Gallo, Yelba Ubau, Denis Núñez, Juan Juárez, Aparicio Arthola, Ernesto Cuadra, David Ocón, Miguel Ángel Abarca cuya portada era ilustrada por un grabado de Oscar Rodríguez.
La revista en sus contenidos, como las exposiciones artísticas, aludían a la provocación, al derrumbe de “status quo”, los cuestionamientos de los patrones de comportamiento sexista, machista, colonialista y autoritario, y aún sin sacudirse los viejos esquemas tradicionales de una pintura estancada por un gusto burgués.
En toda la década de los noventa, el grupo Artefacto creó su propio espacio para exponer, una galería improvisada conocida como, La artefactoría, novedosas exposiciones tuvieron cabida en una mediana casa de Monseñor Lezcano, en la vieja Managua.
Entre las muestras colectivas se presentaron, No me gusta cuando calles, homenaje a Allende y Neruda, Las puertas del pasatiempo todos estamos lucas Alfonso (homenaje a Alfonso Cortés), El haber no Irak si Yankis no, La nueva Ira, Lava la bandera, Dos postales de cochones, Tierra de tempestades -Monseñor Lezcano.
De las muestras individuales, están El circo de Patricia Belli, Circografías de Alicia Zamora y las instalaciones; Que la muerte viene atrás de Denis Núñez, Homenaje a Rebecca Horn de David Ocón, Voces del monte de Raúl Quintanilla Armijo, (editor y director de la Revista Artefacto), Nos vidrios a parís de Aparicio Arthola, Celestes pegasos azules, de Celeste González, Sarambabamba de Teresa Codina, entre otras.
CMR EN EL CENTRO
Aunque Artefacto siempre cuestionó en su revista a algunos poetas de la tradición vanguardista nacional, no escapó al culto, Carlos Martínez Rivas fue uno de sus dioses.
En torno a él, rescataron parte de su obra en audio y en ediciones de bolsillo, en Órbita CMR (en casete), el poeta leía sus versos, algunos los más conocidos de su libro Insurrección solitaria que circuló casi de manera clandestina, pues solo se sacaron 200 copias que se presentó en Casa de Poesía de la Habana, en Cuba.
Posterior surgirán más expresiones, como la Revista Artimaña y Malagana, archivos que por hoy estarán en el IHNCA para revivir los momentos en que surgen las artes visuales en Nicaragua.
LOS 80, ARTE NUEVO
Antes de nombrarse Artefacto, a finales de los ochenta, en pleno auge de la Revolución y en una Nicaragua asediada por la guerra y la muerte, surgen una serie de exposiciones entre 1987 y 1989.
Como ejemplos las exposiciones de Xicaraqueles, de Raquel Quesada en la Galería XK, de la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP), RAT de Thais Fontnelle, Aparicio Arthola y Raúl Quintanilla, en 1988 en Galería Fernando Gordillo.
Otras como Me gusta gusta de Thais Fontenelle, Patricia Belli, Raquel Quesada, Porfirio García Romano, Luis Morales, Nueva imagen y Raúl Quintanilla en 1988 siempre en Galería XK.
En 1987 en la Galería XK de la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP), se realiza la primera instalación del arte Nuevo en Nicaragua, con el título de Sopa de muñecas de Damaris Sepúlveda, Ingrid Meyhoffer y Sylvia Terwicha, las dos últimas profesoras visitantes de la ENAP.
Raúl Quintanilla relata que aquella exposición se trataba de “la instalación, era un tenamaste y en él una olla llena de brazos, y torsos de muñecas de plástico. La completaba un dibujo de las tetas de las autoras. En ese grupo de exhibiciones inicia el arte nuevo, vaya dolor de cabeza”.