Unas 165 granjas avícolas de Nicaragua afirman experimentar serias afectaciones en la comercialización de huevos en los mercados, supuestamente por la entrada ilegal de producto procedente de Honduras.
Alfonso Valerio, presidente de la Cámara de Avicultura y Especies Menores, atribuye que el huevo hondureño ingresó principalmente a los mercados de Managua y que se trata del excedente de producción de ese país. Eso lo han detectado tras la falsificación de los sellos que la industria nacional pone a cada unidad.
“Tenemos reportes en Managua y Masaya que el sello de nuestros huevos, que tienen una numeración de seis dígitos, solo llevan cuatro o solo el logo de las granjas, entonces es evidente que se trata de unidades de contrabando”, denunció Valerio.
PRECIO HASTA POR LA MITAD
Léster Estrada, presidente de la Cooperativa de Avicultores de Masaya (Coopamasa RL), sostuvo que ellos colocaban a los distribuidores a 90 córdobas la cajilla de huevos grandes y en las últimas semanas ha caído a 60 córdobas el pago.
“Y si es la cajilla mediana, que antes ofrecíamos en 80 córdobas, ahora nos la pagan a 40 córdobas. Eso afecta directamente nuestra estructura de costo y la estabilidad laboral”, aseguró Estrada.
Según Valerio esta semana presentarán formalmente la inquietud al Gobierno a través del despacho de Bayardo Arce, asesor económico de la presidencia y también a instancias de defensa de la mipymes.
Valerio afirma que en promedio una granja produce a diario y comercializa unas 300 cajillas de huevos, de 30 unidades cada una.
ELEVAR COMPETITIVIDAD
Según Valerio para hacer frente a este tipo de situaciones proyectan la construcción de una granja para incubación de pollitas, cuya inversión sería de dos millones de dólares, evitar así la importación y bajar el costo de producción.
También planifican la distribución directa del huevo hacia los consumidores y dejar de hacerlo a través de los comerciantes.