Al campesino Julio Rojas se le salen las lágrimas cuando habla del brutal asesinato de su amigo y compañero de guerra de la década los ochenta Andrés Cerrato Rodríguez, quién en vida ejercía trabajos como promotor de paz en zonas de Ayapal y que fue brutalmente asesinado hace una semana.
Cerrato, quien también era auxiliar del alcalde en Ayapal, fue secuestrado de su hogar por seis hombres armados vestidos de militar, la madrugada del pasado lunes, en la comunidad de San Martín de Daka. Horas después fue encontrado sin vida.
“Le fracturaron brazos y piernas, me imagino lo hicieron cuando aún estaba vivo; tenía un gran orificio en el estómago como que se lo hicieron con un barreno; fue una muerte desastrosa lo que le hicieron. Tenía puñaladas en su garganta”, dice con voz entrecortada Rojas.
Rojas es una de los pocas voces que se expresa sin temor en Ayapal. La población consultada asegura que no hablan porque temen que los asesinen por denunciar, tal a como sucedió con Andrés Cerrato Rodríguez.
“Hay miedo y terror; la gente no quiere hablar, tantas personas asesinadas y en su mayoría los muertos son miembros de la Resistencia Nicaragüense y han quedado en la impunidad. No ha habido denuncia y seguimiento para ver qué tipo de gente anda haciendo estos asesinatos, si son grupos, no se sabe de qué parte son, pero allí andan, son grupos de seis o cinco personas que andan asesinando en las comunidades”, reveló Rojas.
POLICÍAS EN AYAPAL
Por otro lado, el excontra indicó que desde la semana pasada llegaron a Ayapal más de 50 policías de las fuerzas especiales que entrenan en los campos y calles de Ayapal. “Yo pienso que son antimotines, son fuerzas especiales porque andan con sus equipos”, señala.
José Chavarría Valdivia, también exmiembro de la Contra decide hablar sobre las presiones y persecuciones que se viven en comunidades de Ayapal.
“Aquí vivimos represión, (pero) estoy decidido a morir por Nicaragua y que sepa bien el Frente Sandinista que vamos a luchar por la democracia”, señaló Chavarría.
Luis Herrera Ochoa, también exguerrillero, pedía en repetidas ocasiones “queremos la paz, queremos vivir en paz” y a la vez se lamentaba por la indiferencia de la clase política por los problemas que se viven en las montañas del norte del país.
Todos estos testimonios fueron expuestos ante los diputados del PLI, Luis Callejas y Eliseo Núñez, el pasado sábado en Ayapal.
Una persona allegada a la familia de Andrés Cerrato, que por temor no se identificó, aseguró que la vida en Ayapal es cada vez más difícil para la población por la inseguridad y el miedo.
“En Ayapal hay miedo y la gente prefiere callar y con mucha razón, pues quienes se atreven a denunciar los atropellos a sus derechos humanos terminan siendo asesinados de distinta circunstancias y todo queda en la impunidad. No se investigan los crímenes. Aquí ninguna autoridad ha dicho qué pasó con el asesinato de Andrés Cerrato. Todo queda en la impunidad”, lamentó.
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Los rostros de los campesinos humildes de Ayapal demuestran incertidumbre y preocupación. La mayoría evade las entrevistas. No quieren fotos. El ejemplo de lo que pasó con Cerrato los obliga.
Un mes antes de que lo ejecutaran, Cerrato, había denunciado en LA PRENSA que miembros del Ejército llegaron a su casa para amenazarlo y para hacerle preguntas sobre un presunto armado que se moviliza por la zona.
Byron Chamorro, presidente del Partido Liberal Independiente (PLI), aseguró que la razón porque los campesinos se han rearmado es por la falta de transparencia en los comicios electorales.
“En estos lugares se construye la paz con elecciones libres y transparentes. Yo le pido a Daniel Ortega que garantice condiciones libres, transparentes y supervisadas; eso garantiza la paz en esta región”, señaló Chamorro.
POLICÍA DEBE ACLARAR
Janeth Sobalvarro, alcaldesa del municipio de San José de Bocay, dice que “ debe ser la Policía quien debe dar una repuesta ante tanta inseguridad y esclarezca la muerte de Andrés Cerrato y otras que no se han esclarecido”.
Sobalvarro confirmó que los familiares de Cerrato tienen miedo hasta denunciar el crimen y confirmó que la esposa de este junto con sus hijos han abandonado la comunidad donde vivieron toda su vida hasta el asesinato de Cerrato.
“Los familiares de Cerrato no denuncian por miedo, porque de igual manera piensan que van a denunciar y que no habrá justicia, pero es competencia de la Policía velar por la seguridad de todos los ciudadanos”, afirmó la alcaldesa de San José de Bocay.
A juicio de Sobalvarro, las autoridades tanto policial como del Ejército deben realizar sus labores dentro del marco del respeto y la ley.
“Yo llamo al Ejército y a la Policía que si andan custodiando las comunidades que sepan hacer su trabajo porque no pueden ir a una comunidad y darle maltrato a la gente y es eso lo que la gente está denunciando el maltrato por parte del Ejército y la Policía. El ciudadano se debe sentir seguro y nosotros pedimos seguridad ciudadana para todo el municipio”, expuso la alcaldesa.
