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Salvador Montenegro Guillén

El Cocibolca, medio lleno

La atención pública nacional durante los últimos meses se ha enfocado en la grave sequía que atravesamos, cuyas características trascienden el ámbito natural del ciclo hidrológico y se explican con claridad mediante el ciclo hidro-ilógico en que hemos incurrido (http://confidencial.com.ni/del-panico-la-apatia-2/). La desaparición de ríos, lagunas, el descenso de aguas subterráneas, la progresiva disminución del nivel del agua y la reducción de los espejos de agua de los lagos emblemáticos de nuestro país resultan bien conocidas, y se encuentran documentadas gráficamente por los medios noticiosos. Las causas son conocidas a nivel de lugar común: degradación ambiental en las cuencas hídricas asociada a deforestación-agricultura no sostenible-ganadería extensiva, evidencia de ausencia de gestión o administración territorial, situación severamente agudizada por fenómenos climáticos regionales o globales que impactan de forma directa.

Las aguas del Xolotlán y del Cocibolca se han retirado de las líneas costeras que corresponden a las elevaciones históricas promedio de 38.7 metros sobre el nivel del mar y 31.32 msnm, respectivamente. El nivel del Xolotlán se encuentra hoy a 37.43 msnm, y el Cocibolca a 30.20, esa diferencia en la altura de los niveles actuales debajo de los promedios históricos es de apenas 1.27 m y 1.12 metros en dichos grandes lagos, razón por la cual percibimos con mucha tristeza que se encuentran medio vacíos. El Xolotlán no descarga sus aguas sobre el río Tipitapa en este momento, su principal salida es la masiva evaporación, concentrando sus sales minerales. El Cocibolca ha perdido más de 9 kilómetros cúbicos respecto a su promedio, y al nivel actual descarga sobre el río San Juan, su único desaguadero al Caribe, unos 160,000 litros por segundo (160 m3.s-1) aproximadamente. Esto es muy diferente a la situación de noviembre 1933 (33.32 msnm, más de 800 m3.s-1) o diciembre 1980 (32.63 msnm, 750 m3.s-1, o noviembre 2011 (32.24msnm, 640 m3.s-1) y de noviembre 1861, (33.84msnm, que desbordó la escala disponible), quizás 1,000 m3.s-1.

Con el actual nivel de 30.20 msnm, el Gran Lago Cocibolca repite el registro de junio de 1978, el nivel más bajo desde 1941. ¿Podemos decir entonces, que está medio vacío? Las fotos, y el clamor de los pobladores afectados, dicen que sí. No obstante, aún estas cifras me llenan de incredulidad, yo no lo veo medio vacío, sino medio lleno.

¿Por qué razones? Como maestro viejo que soy, he repetido constantemente que el Gran Lago Cocibolca tiene usos óptimos de alto valor económico, social y ambiental cruciales para el desarrollo de Nicaragua, usos cuya consideración fue astutamente evitada en el ejercicio realizado por la empresa Environmental Resources Management, contratada por HKND para valorar la iniciativa canalera basada en la Ley 840.

El primero de estos usos óptimos es el abastecimiento con agua potable a nivel nacional a la población nicaragüense. Los seis y pico millones que somos, demandamos un volumen de agua total muy inferior a 10,000 litros por segundo (10 m3.s-1). El sueño de llevar agua potable a cada rincón de nuestro país está limitado por la costosa infraestructura para el bombeo, desinfección y distribución, no por el acceso al agua en sí. Felizmente, la necesidad que existe de agua tanto en El Salvador como en Guanacaste constituye un mercado natural y accesible para despachar vía tubería a nivel del mar (de forma similar al transporte de agua desde el río Bio Bio hasta el desierto de Atacama, Chile) agua del Cocibolca; un negocio próspero de venta de agua que si fueran 10 m3.s-1 a cada país, la facturación posibilitaría financiar no solamente el costo de la infraestructura para abastecer el agua para los nicaragüenses, sino la implementación de los planes de gestión o administración hídrica de las cuencas, de forma que la corrección a los problemas de deforestación —agricultura no sostenible— ganadería extensiva y otros males derivados como erosión y contaminación, sean parte de la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos en los planes de cuenca nicaragüenses.

¿Sueño despierto? Tal vez. La realidad es que a pesar de la crisis actual del Cocibolca, la generosidad de su naturaleza nos ofrece el enorme caudal de 30,000 litros por segundo arriba mencionados (consumo y exportación) y aún dispondría del caudal ecológico de sobra para seguir siendo Cocibolca. Que a pesar del severo rigor de una de las peores sequías sufridas, ofrece hoy el agua suficiente para seis millones de nicas, y aún para venderles a dos vecinos el agua necesaria, que nos permitiría invertir en la restauración y protección de las cuencas nacionales.

Siguientes pasos: una vez mejoradas las condiciones ambientales nacionales y recuperados los niveles del Cocibolca, llegaría el momento de irrigar las planicies de occidente, unas 620,000 hectáreas de fértiles suelos que producirían hasta cuatro cosechas anuales, alcanzar la seguridad alimentaria nacional, exportar excedentes con valor agregado por el desarrollo de la agroindustria, y generación de suficiente empleo para repatriar a nuestros paisanos que han tenido que emigrar.

Urge organizar el plan de gestión de la cuenca 69, destinado a atender estos usos prioritarios y óptimos: Abastecer de agua potable a todo el país, vender agua a nuestros vecinos, restaurar el funcionamiento ecológico para disponer del agua en cantidad y calidad, irrigar luego los suelos de occidente. Todo esto es posible con el Cocibolca en su situación actual, medio lleno. Ahora, ¡imaginémoslo completamente lleno!

El autor es ecólogo. Limnólogo. Académico.

Opinión Cocibolca Lago Cocibolca lago Xolotlán archivo

COMENTARIOS

  1. Pedro
    Hace 8 años

    Me gusta este analisis, muy bueno, el pueblo de Nic. debe de apoyar estas ideas no dejando que se construya el tal canal, lo mas importante es conservar nuestras fuentes de agua y utilizarlas racionalmente, recuerden que a nivel mundial se agotanto las fuentes de agua y la proxima Guerra sera por este vital liquido, ademas cuando escacean los recursos naturales los pueblos empobrecen y mueren. Felicitaciones Sr Montenegro y a luchar por nuestros recursos naturales.

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