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Estados Unidos

Algunas organizaciones sin fines de lucro en Estads Unidos sirven para financiar campañas políticas sin rendir cuenta de la procedencia de los fondos. LA PRENSA/AP

“Dinero oscuro” a la sombra de las elecciones de EE.UU.

No es ningún secreto que las elecciones presidenciales de EE.UU. son las más caras del mundo. Lo que sí está escondido entre sombras es la gran cantidad de "dinero oscuro" que se invierte.

No es ningún secreto que las elecciones presidenciales de EE.UU. son las más caras del mundo. Lo que sí está escondido entre sombras es la gran cantidad de “dinero oscuro” que empresas, sindicatos y millonarios invierten en el candidato que mejor pueda proteger sus intereses.

La organización independiente Center for Responsive Politics calcula que en el primer año de la campaña para las elecciones presidenciales de 2016 se ha multiplicado hasta por diez el uso del llamado “dinero oscuro” (el que se oculta a las autoridades electorales) en comparación con la carrera a la Casa Blanca de 2012.

Esta organización estima que los grupos que tratan de influir en los comicios de 2016 han gastado 15 millones de dólares, de los que solo han declarado cinco a las autoridades electorales, una cifra que por sí sola es diez veces mayor que lo desembolsado durante los meses anteriores a las elecciones de 2012.

En esos comicios de 2012, el “dinero oscuro” llegó a los 308,7 millones de dólares, según el Center for Responsive Politics.

Esa organización usa el término de “dinero oscuro” para identificar el gastado en influir en la opinión pública y cuya fuente no es declarada a la Comisión Federal Electoral (CFE), una agencia independiente fundada en 1975 por el Congreso para controlar la financiación de las campañas políticas.

Las encargadas de hacer fluir el “dinero oscuro” son organizaciones sin ánimo de lucro, que no tienen que declarar cuál es la fuente de sus ingresos y, sin apoyar específicamente a un candidato, defienden sus ideas, explicó a Efe Anthony Corrado, profesor de Política en el Colby College de Maine.

SUPERPAC

En teoría, los grupos sin ánimo de lucro -conocidos como 501 (c)- no pueden promover objetivos políticos, pero en la sombra a veces se coordinan con los “superPAC” que pueden influir en las elecciones a condición de no coordinarse con el candidato.

Los “superPAC” son unas entidades surgidas tras dos polémicas decisiones judiciales de 2010, una del Tribunal Supremo y otra de una corte de apelaciones, con las que se aprobó la creación de organizaciones que puedan captar de personas, empresas y sindicatos cantidades ilimitadas de dinero para apoyar ideas políticas.

Donar ilimitadas cantidades de dinero es legal, está protegido por la libertad de expresión, pero a cambio los “superPAC” deben comunicar a la CFE quiénes son sus donantes, un requisito del que están exentos los grupos sin ánimo de lucro.

De esta forma, los “superPAC” pueden esquivar a las autoridades y aumentar su dinero incluyendo las donaciones de grupos sin ánimo de lucro, lo que pone una barrera a cualquier investigación sobre la procedencia del dinero y mantiene en el anonimato a los donantes.

Ejemplo de esta forma de proceder es el grupo sin ánimo de lucro “Conservative Solutions Project”, que gastó más de 5,5 millones de dólares en anuncios de televisión para apoyar las posiciones del senador Marco Rubio, aspirante a la nominación republicana que abandonó el proceso de primarias en abril de 2016.

El nombre de este grupo es similar a un “superPAC” llamado “Conservative Solutions PAC” y con el que grupos independientes gastaron 58,6 millones de dólares en apoyar a Rubio, según datos del Center for Responsive Politics. Otro ejemplo de la fina línea que separa al dinero legal del “oscuro” es “American Crossroads”, un “superPAC” conservador que de cara a las elecciones de noviembre ha gastado 135,3 millones de dólares y cuenta con un grupo sin ánimo de lucro, llamado “Crossroads GPS”, según la organización investigadora independiente. Pero la alianza entre los “superPAC” y las organizaciones sin ánimo de lucro no es lo único controvertido de las campañas de EE.UU.

¿ORGANIZACIONES INDEPENDIENTES?

En teoría, los propios “superPAC” son independientes de las campañas de cada candidato, pero algunos de ellos son únicamente apéndices suyos, están dirigidos por personas ligadas a los candidatos y, en la práctica, se han convertido en una campaña en la sombra y paralela a la oficial.

Corrado resalta la creciente importancia de esta forma de financiación en estas elecciones presidenciales, comparadas con los comicios de 2012, en los que los “superPAC” ganaron importancia en el bando republicano en enero y febrero con el inicio del proceso de primarias.

“Esta vez los superPAC se han formado desde el principio y han sido responsables de la mayor parte de la propaganda presidencial republicana”, destaca Corrado. No obstante, dos figuras destacan por haber casi prescindido de los “superPAC”: el magnate Donald Trump, que ha usado su fortuna para competir por la nominación republicana, y el senador Bernie Sanders, aspirante demócrata que aboga por reformar el sistema de financiación de las campañas políticas en Estados Unidos.

Según un análisis de The Washington Post, hasta febrero de 2016 el 41 % del dinero recaudado por los “superPAC” correspondía a 50 grandes donantes y sus parientes, entre los que destacan los directores de fondos de alto riesgo (hedge funds) Tom Steyer, un defensor del medioambiente, y Paul Singer, que apoyó a Rubio.

“El problema es que se permite a un solo individuo dar grandes cantidades de dinero a un candidato y eso les da influencia y acceso”, alerta Corrado.

De esta forma, según el experto, influidos por la vorágine de gastos de las campañas electorales, los candidatos a la Presidencia y también los legisladores corren el peligro de guiar sus palabras o sus votos en el Congreso por los intereses de una elite poderosa que poco tiene que ver con la democracia.

Internacionales elecciones Estados Unidos archivo

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COMENTARIOS

  1. jose m. fernandez.
    Hace 8 años

    En la noticia omiten,y convenientemente ni siquiera mencionan las contribuciones multimillonarias de compaginas de Wall Street a la campaña política de H. Clinton,es increíble ver como la protegen las agencias,y medios,nacionales e internacionales informativos poderozos.

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