“Antes que me iniciara en el Teatro de Títeres Guachipilín quería ser doctor o bailarín”, revela Nabucodonosor Ganimedes Solórzano Morales, titiritero, actor y maestro.
Actualmente es director de teatro de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) y de los grupos de teatro Unite, Peua.
Reconoce que gracias a las enseñanzas de la bailarina Cleopatra Morales se forjó como actor y director de teatro.
Dice que desde niño la veía bailar folclor y afro, y la seguía a todos lados. Su deseo era ser un bailarín profesional pero sus padres se oponían.
CON LOS GUACHIPILÍN
Un día decidió aventurarse en el mundo mágico del espectáculo, ingresó al Teatro de Títeres Guachipilín en 2005 y aprendió con sus maestros Gonzalo Cuéllar y Zoa Meza los secretos de los títeres; como hacer conexión con los niños, jugar con el cuerpo, modular la voz y las miradas, y proyectarse en los medios de comunicación social.
Dos años después, junto a Zoa Tamara Cuéllar y Kenia Martínez, se presentaron como el grupo Zocataca con la obra La República del Caballo Muerto, del argentino Roberto Espina, refiere Solórzano Morales.
Luego trabajó en Las aventuras de Microbín y Cepillín, obra didáctica sobre hábitos de higiene bucal, y en Las aventuras del Popoyo y Esporinda, que fue su primera experiencia como director.
MUJERES EN ESPECTÁCULOS
“Me interesa la mujer no como la que conciben, sino su actitud en la lucha por la vida”, dice este actor que también promueve los derechos de género y libertad teatral.
Su espectáculo reciente Cuentos de mujer América y Sax, una mezcla de narración oral y música instrumental, fue puesto en escena por el grupo de Teatro Peua, el cual dirige y el grupo Musical SaXtropia.
Su libreto incluye cuatro relatos, el primer cuento retoma la historia de Lilith, quien aparece en la Biblia Judía como la primera mujer que pobló el mundo y que enfrentó a Dios.
Los otros se refieren a casos de mujeres asesinadas en Ecuador; otro es sobre la “reencarnación” de un homosexual que relata que en su vida pasada fue una diosa africana del placer; y un cuento sobre mujeres guerrilleras de San Salvador
En 2010 presentó la obra de teatro infantil Un güegüe me contó, de María López Vigil, con alumnos del teatro de la UNI.
Solórzano Morales se ha presentado en los espacios alternativos de Art Café, La Otra Embajada, Cronopios y Pastas, El Garabato, auditorio Salomón de la Selva de la UNI, universidades, bibliotecas, y plazas públicas.
“El hacer teatro en estos espacios universitarios y nocturnos es una experiencia que todo teatrista debería pasar”, valora el actor, a quien le gusta mezclar teatro, danza, poesía y música.
Recientemente formó el grupo Los Ilustres Desconocidos, con Roberto Herrera, Cristel Andara, Rommel Martínez, Malva Izquierdo y Karen Llanes, y presentó la comedia Seducción Oral, en seis relatos eróticos.
PERFORMANCE Y MONÓLOGOS
En marzo del 2010 Solórzano Morales es nombrado director de teatro de la Universidad Nacional de Ingeniería.
Forma el grupo de teatro Unite, con el cual realiza varias performances con la técnica butoh (cuerpos pintados en blanco) y protestan en las calles y frente a los juzgados por el asesinato del estudiante Evans Omar Ponce, a quien delincuentes le robaron un celular.
Tiempo después lleva a escena Los monólogos de la vagina y Los monólogos de pene.
TÍTERES CON DESECHOS
Su experimentación también lo llevó a elaborar títeres con materiales de desecho, para niños y diseños de títeres para adultos, cuidando mostrarlos asexuales, generando sátira, observa el actor.
Participó con otro performance en el Festival Internacional de Poesía de Granada del 2012, basado en el poema La puesta en el sepulcro, de Carlos Martínez Rivas, y le acompañó en la acción teatral la poeta Madeline Mendieta.
En los siguientes años fue invitado a coordinar las lecturas poéticas de los diversos bardos del mundo al español.
“Y lo que hemos hecho es lecturas interpretativas y asimilar los gestos expresivos de los poetas”, dice valorando así esta nueva experiencia.
TELEVISIÓN Y DOCENCIA
Entre 2011 y 2012 tuvo un segmento de teatro en el programa Buenos Días del Canal 12, donde presentaba sus cuentos orales, monólogos, diálogos y hablaba de teatro. Y el año pasado participó en el noticiero cultural Mosaicos del Canal 6 que dirige Mendy Pravia.
Al respecto dice que mantenerse en los espacios televisivos es costoso y a veces hasta sos censurado porque el teatro es atrevido, abierto, critica los tabúes sexuales o de otra índole. También mantuvo un segmento de teatro en Radio Sandino.
“Me gusta actuar en la televisión pero no vale la pena dejar proyectos que te generan beneficios y tienen desarrollo. Del 11 al 17 viajaré a Costa Rica e impartiré un taller de narración oral y actuación”, explica.
Durante seis años ha desarrollado la docencia a grupos universitarios e independientes y en la Escuela de danza Adán Castillo. Actualmente imparte clases de teatro en la Universidad de Ciencias Comerciales (UCC) y estudia Comunicación Empresarial.
Nabucodonosor Ganimedes Solórzano Morales cuenta que debutará como guionista y director artístico con la pieza teatral Una sola tierra 100 años, la que se presentará en la Sala Mayor del Teatro Nacional Rubén Darío, el próximo miércoles 25 de mayo.
Dicha actividad será en ocasión de los cien años de la Universidad Agraria; también se presentarán trabajos investigativos sobre los mayangnas y miskitos de Vicky Borge, anunció el actor.
Solórzano Morales recientemente escribió El tiempo fragmentado, una especie de monólogo experimental basado en intertextos de 80 poemas; y realizado la adaptación de la obra Madre tierra, de Pepe Prego.
PROCESO
“Cada quien vive su propio proceso; en mi caso he disfrutado hacer teatro, la gente te llama y le gusta lo que hacés”, dice Solórzano Morales.
Fue así como entre 2011 y 2012 recibió clases en la Escuela de Cine República Dominicana, ITLA y en la Escuela de Circo en Managua, Escuela Nacional de Teatro Pilar Aguirre, y Escuela del Teatro Justo Rufino Garay.
También ha presentado sus show y relatos orales en teatros importantes de Centroamérica. Su nueva propuesta, añade el actor, es incursionar en el teatro de lo grotesco y de lo absurdo.