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Ruben Dario

Rubén Darío, el autógrafo encontrado en Nueva York

Cuenta el eminente dariano Enrique Anderson Imbert que en una librería de libros viejos de Nueva York compró, por treinta y cinco centavos de dólar, un ejemplar de la primera edición de Prosas Profanas y otros poemas (Buenos Aires, Coni e hijos, 1896).

Cuenta el eminente dariano Enrique Anderson Imbert que en una librería de libros viejos de Nueva York compró, por treinta y cinco centavos de dólar, un ejemplar de la primera edición de Prosas Profanas y otros poemas (Buenos Aires, Coni e hijos, 1896). El ejemplar tenía la siguiente dedicatoria, escrita en francés de puño y letra de Rubén: “A Arthur Symons, en toute simpathie, Rubén Darío, Buenos Aires, février 1897”.

¿Quién era Arthur Symons? El propio Rubén nos lo dice en el ensayo que le dedicó bajo el título “Arthur Symons: Retratos ingleses”, que luego fue incluido en el volumen LETRAS, de sus Obras Completas: “Para el público nuestro habré de decir que Arthur Symons es un poeta y escritor inglés.

Su obra es ya considerable. Comienza a ser conocida en Francia gracias a recientes traducciones, no obstante el haber sido desde los buenos tiempos del simbolismo amigo y propagador de Verlaine, de Mallarmé, de Verhaeren, de los iniciadores de aquel movimiento. El hizo pasar el Canal de la Mancha al “pauvre Lelian” para dar conferencias que le valieran algunas libras”. Darío estimaba mucho a Symons. En el prólogo de “El Canto errante” se refiere a él como “un espíritu tan penetrante como ágil, un inglés pensante de los mejores”.

Todo esto explica la dedicatoria del libro. Lo que parecería inexplicable es cómo llegó el ejemplar de Prosas Profanas a la librería de libros viejos. Anderson Imbert supone que no fue Symons quien vendió el libro sino más bien los herederos de otro escritor inglés, el bibliófilo Watts-Dunton, a quien posiblemente Symons obsequió o prestó el libro de Darío. El ejemplar adquirido por Anderson Imbert tenía una estampilla que decía: “From the Library of Walter Theodore Watts – Dunton”.

DARÍO INDIGNADO

Este fortuito encuentro de Anderson Imbert con un ejemplar de la edición príncipe de Prosas Profanas, le lleva a recordar que el propio Rubén tuvo la ingrata ocasión de encontrar, en las librerías de libros viejos de París, ejemplares de sus obras dedicadas a algunos grandes escritores franceses, lo que le indignaba.

En su crónica, “Libros viejos a orillas del Sena” (OPINIONES, 1906), Darío narra una de sus frecuentes visitas a los “bouquinistes” que venden libros usados sobre la ribera izquierda del río Sena en París: “Mi reconocido orgullo ha recibido en esos mismos lugares importantes lecciones, ¡Oh mis colegas de América! Por allí he comprado unas Prosas Profanas, con la dedicatoria borrada, a treinta céntimos. Los que enviáis libros a estos literatos y poetas, a estos “queridos maestros”, no sabéis que irremisiblemente váis a parar al montón de libros usados de los muelles parisienses”.

LA FERIA DE LIBROS USADOS DE SAN ISIDRO EN MADRID

Personalmente no he tenido la suerte de encontrarme en mis visitas a las librerías de viejo de París ningún libro autografiado por Rubén. Pero en la feria de libros usados de San Isidro, en Madrid, que visito siempre que puedo, he adquirido, a precios increíbles, ediciones agotadas de obras darianas, como la Cuarta edición de LOS RAROS, de la Casa Editorial Maucci de Barcelona; varios tomos sueltos de las obras completas editadas por Rubén Darío Sánchez y algunos números sueltos de la revista Mundial, que Darío dirigió.

EL RESCATE DE “LA DRAMÁTICA” DE DON EDELBERTO 

Hace algunos años, en una librería de Caracas, Venezuela, situada en el centro comercial Paseo de Las Mercedes, tuve la sorpresa de encontrarme con doce ejemplares de la última edición, ya agotada, de “La dramática vida de Rubén Darío” del Profesor Edelberto Torres (EDUCA, 1990).

Lo curioso es que se ofrecían al ridículo precio de 250 bolívares, que en esa época equivalían a cincuenta centavos de dólar, cada ejemplar. ¡Una obra tan erudita, de casi mil páginas, a ese precio! De inmediato compré varias copias y avisé a los académicos que participaban en la reunión convocada por la UNESCO, que aprovecharan la ocasión para comprar la mejor biografía de Rubén a precio de feria. Los ejemplares se agotaron ese mismo día.

Visitando la librería de libros usados Mcfriends, en Bethesda, Maryland, (USA), encontré un ejemplar de los estupendos ensayos literarios de quien fuera mi entrañable amigo, Hugo Cerezo Dardón, dariano y antiguo Decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad de San Carlos de Guatemala, ya fallecido.

El libro está dedicado a otro querido amigo, Edward Betzig, alto funcionario de la AID en Costa Rica, quien gestionó varios programas de ayuda para el CSUCA, cuando quien escribe se desempeñaba como Secretario General de dicho organismo. En memoria de ambos amigos lo rescaté por la modesta suma de un dólar.

Cultura autógrafo hallazgo Rubén Darío archivo

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COMENTARIOS

  1. Antonio soberano
    Hace 8 años

    yo aprendí a que tomar licor en exceso causa cirrosis al higado.

  2. Roberto Lacayo
    Hace 8 años

    Excelente crónica señor Carlos. Siempre se aprende cuando se habla de Darío.

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