Su principal característica en favor de la salud es el contenido de fitoquímicos, pertenecientes a los fenoles: alimentos con pigmento azul, azul-rojo y violeta conocidos como flavonoides, contenidos en la cáscara.
Contiene ácido clorogénico, nasunin y ácido cafeico, antioxidantes que ayudan a prevenir cáncer, enfermedades cardiovasculares y enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer.
La berenjena es rica en agua, con poco valor energético, baja en grasa, lo que la hace deseable para planes de alimentación de reducción de peso. Posee fibra, minerales como potasio y magnesio, pequeñas cantidades de calcio, azufre, hierro, vitaminas B y C.
Frecuentemente es rechazada por su sabor amargo. Se debe a que cuando no está madura y está cruda contiene un alcaloide llamado solanina, es tóxico. Desaparece al cocinarla.
El jugo de limón puede ayudar a eliminar ese sabor amargo. Si la elige madura no necesita untarle sal y luego déjela reposar sobre un colador para eliminar dicho sabor. Prepárelas asadas o a la plancha, evite freírlas, absorben mucho aceite.
También evite sumergirlas en agua, pierden vitaminas B, C y potasio.
Consúmalas maduras y cocinadas con cáscara, nunca crudas. Compruebe su madurez presionando suavemente con el dedo tal como se evalúa la madurez del aguacate.