Cumplimiento a las leyes ambientales, mayor gestión de la municipalidad y acciones de los pobladores fueron las opciones que se presentaron ayer durante el conversatorio sobre la situación del agua en Boaco y el país, realizado por Ruth Selma Herrera, especialista en políticas públicas en el sector agua y saneamiento, para salvar el río Fonseca.
“Aquí hace falta impulsar iniciativas que pueden ser manejadas y avaladas por Marena y construidas por el Estado, con la participación del sector empresarial y los pobladores de Boaco”, aseguró Herrera.
Dicha actividad fue promovida por el Movimiento Ambientalista H2O, que busca soluciones que ayuden a mitigar el daño ocasionado al río Fonseca. Según su coordinador, Norman Robleto, la charla es un espacio para visibilizar el problema.
“Ella (Herrera) vino a pintarnos el panorama triste que viene para la humanidad en cuanto a aguas se trata, estamos claros de que si los boaqueños no nos organizamos y no nos preocupamos por nuestras aguas ya no vamos a tener el líquido”, dijo Robleto.
El río Fonseca pasa por una situación simultánea de sequía y contaminación, puesto que en el sector alto de la cuenca no hay agua, mientras que en el sector bajo desemboca parte de las aguas servidas de la ciudad. Asimismo, las empresas de lácteos llegan a lavar sus pichingas en el río.
Según Herrera, en Nicaragua existen normativas que exigen a las empresas de lácteos y sus derivados a construir sus propias plantas de procesamiento. “Ni Marena ni la Alcaldía deberían permitir que ellos estén vertiendo las aguas de esa industria en el río”, dijo Herrera.
La delegada departamental de Enacal en Boaco, Mercedes Campos, dijo que la ciudad cuenta con una planta de tratamiento, la cual tiene la capacidad de procesar el setenta por ciento de las aguas servidas de la ciudad.