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Exportaciones tienen múltiples frenos

La falta de desarrollo de algunas industrias relacionadas y el no contar con capital de trabajo están entre los obstáculos que los exportadores de Nicaragua enfrentan para desarrollarse en el comercio exterior ante la crisis internacional por los precios de los productos.

La falta de desarrollo de algunas industrias relacionadas y el no contar con capital de trabajo están entre los obstáculos que los exportadores de Nicaragua enfrentan para desarrollarse en el comercio exterior ante la crisis internacional por los precios de los productos, según diagnóstico de Guillermo Jacoby, nuevo presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN).

Para Jacoby, el desarrollo que ha tenido el país en sus ventas al exterior, al solo exportar productos primarios, es más perjudicial que beneficioso y de seguir así lo que se está generando es más pobreza para el futuro, pues hasta el momento “el país ha estado exportando sus riquezas”.

“Si yo siembro piña y exporto piña, lo que exporté fue todo el poder de la tierra que hubo para producir esa piña; si yo exporto plátano, estoy exportando lo que la tierra me da (…), si vos seguís exportando productos primarios estás sacando la riqueza del país porque difícilmente se recupera la tierra a menos que le volvás a poner agroquímicos para fortalecer porque no existe suficiente materia orgánica para hacer siembras ecoamigables o siembras orgánicas, eso no existe, aquí no hay una industria orgánica”, señala el presidente de APEN.

Con este aspecto, Jacoby identifica el primer punto que está actuando en contra de las ventas al exterior, pues para exportar los productos primarios se genera una necesidad de importar mercancías complementarias, lo que en palabras de Jacoby es una ecuación que no funciona. Un crecimiento no sostenible.

“¿Cómo se le vuelven a incorporar a la tierra sus propiedades? Vienen del petróleo y de otros lugares, son químicos y minerales que no los producimos nosotros de forma natural aquí. Entonces, exportamos materia prima para importar químicos que le vamos a poner a la tierra”, argumenta.

Sin embargo, no todos los productores se encargan de devolver a la tierra sus nutrientes, la mayoría de los pequeños no cumplen con esto y el daño provocado no se repara. De hecho, en comparación con la exportación total de productos primarios, la importación de agroquímicos y fertilizantes es de un monto menor.

Según el Banco Central de Nicaragua, en 2015 se importaron en valor 195.5 millones de dólares en fertilizantes y agroquímicos, con un crecimiento de 10.39 por ciento respecto a 2014. En cambio, los ingresos por exportaciones de productos tradicionales sumaron 2,421.74 millones de dólares. En su gran mayoría estos productos exportados se vendieron sin valor agregado.

¿Cómo se puede generar una exportación sostenible y que dé mayor riqueza? La respuesta ha estado por años en la agenda del sector y el Gobierno, quienes se refieren constantemente a esta y con la caída de los precios en los commodities o productos primarios se ha vuelto la meta a alcanzar: el valor agregado.

SIN MATERIAL PARA EXPORTAR

Tal como se ha señalado anteriormente, para Jacoby la única forma de hacer sostenible el crecimiento en las exportaciones es dando valor agregado a los productos, sin embargo aquí vienen otros retos.

“Si yo quiero exportar un producto empacado, resulta que en Nicaragua no tenemos una industria de empaques. Yo quiero exportar un producto con una etiqueta bien bonita, aquí no tenemos una industria de etiquetas desarrollada. Si yo quiero envasar, aquí no tenemos una industria de envasado. ¿Qué es lo que sucede? Si yo quiero transformar producto tengo que importar de Guatemala, de Costa Rica, de otro lado y nadie me va a vender diez cajas, tengo que traer medio contenedor, o sea un montón de dinero”, apunta.

Según Jacoby una empresa exitosa debe tener bajos inventarios, reducidos costos y buenas ventas. Pero debido a que en Nicaragua la industria de transformación aún es incipiente y poco integral, los negocios tienen altos inventarios y por ende consumen su capital de trabajo, situación que empeora por no tener acceso a financiamiento.

“Aquí nadie te da una semilla para tu capital de trabajo, aquí te dan financiamiento para comprar máquinas, pero para poderlas poner a trabajar necesitás capital de trabajo. Estamos viendo que el problema es integral”, afirma.

Según la Encuesta de Empresas Sostenibles Nicaragua 2015 del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 81.9 por ciento de las empresas utilizan recursos propios como principal fuente de financiamiento, lo que las limita. Tan solo el 5.4 por ciento de estas reciben fondos de cooperativas de ahorro y crédito, el 5.3 por ciento a través de bancos locales y 3.2 por ciento mediante instituciones de microcrédito.

Es por este aspecto que Jacoby señala que solo las grandes industrias son las que tienen la capacidad de alcanzar el nivel que se necesita para poder llevar un producto procesado o con valor agregado al mercado exterior.

“No tenemos aún las condiciones para hacer grandes avances (en la transformación de matriz exportadora) y que sean los pequeños y los medianos (exportadores) quienes los hagan, son muy pocos los que salen adelante bajo las condiciones que nosotros tenemos”, sostiene el presidente de APEN.

Es por esta razón que Jacoby señala que el camino al valor agregado debe ser un esfuerzo común. Según él, ya ha habido acercamiento con otras cámaras, como la de Industrias, para ver en qué se puede trabajar para ayudar al sector a superar sus barreras.

Lo importante, según Jacoby, es comenzar a promover una nueva cultura de producción, una que apueste por la calidad.

MARCAR EL CAMINO

Si Nicaragua quiere llegar a ser una nación exportadora urge un plan de nación, con metas, propósitos y pasos concretos sobre qué se debe hacer para alcanzar este objetivo, sostiene el nuevo presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN), Guillermo Jacoby.

“Nadie sabe el futuro, lo que podemos es trazar un plan y disminuir la incertidumbre de hacia dónde vamos”, puntualiza y refiere que para lograr el plan de llevar a Nicaragua como una nación exportadora deben trabajar gremios, ONG, la academia, el Gobierno y empresarios.

“Tenemos más probabilidades de cumplirlo si lo tenemos (el plan exportador), que si no sabemos para dónde vamos, porque si no sabemos el camino vamos a llegar a cualquier lado. Si sabés para dónde vas, podés hacer ajustes ante las dificultades”, dijo.

CAÍDA DE  17.5 %

Según el informe mensual de Comercio Exterior del Banco Central de Nicaragua, las exportaciones hasta marzo de 2016 registran una caída de 17.5 por ciento en valor, respecto al primer trimestre de 2015.

En volumen el retroceso entre enero y marzo es del 6.9 por ciento, según el Banco.

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