“Queremos tanques de agua, no de guerra”. Esa era la consigna de ciudadanos que hoy gritaban frente a las instalaciones de Enacal, en Managua, durante la jornada 54 de los miércoles de protestas por elecciones justas y transparentes.
El diputado del Partido Liberal Independiente (PLI), Alberto Lacayo, dijo que al menos “el 65 por ciento de la población carece de agua potable”, mientras acusa al gobierno de comprar tanques de guerra por 80 millones de dólares a Rusia.
Oficialmente el gobierno de Nicaragua reconoció una cifra de cobertura de agua potable del 92 por ciento de la población urbana y 86 por ciento en la zona rural en 2015, pero desde 2014 aproximadamente el 50 por ciento de la población general ha sufrido escasez de agua por problemas de sequía y deforestación.
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Marcia Sobalvarro, candidata a diputada por el PLI criticó al gobierno de Daniel Ortega, por comprar tanques de guerra rusos, cuando los “tanques de agua en nuestros hogares están vacíos”.
“Queremos tanques de agua no de guerras”, clamaban los ciudadanos políticos y de movimientos sociales en la jornada de protesta social.
Eduardo Montealegre, aseguró que la crisis del agua potable en el país obedece a una mala administración de los recursos naturales sumada a la destrucción del medio ambiente por falta de políticas públicas del Estado, así como por la participación de personas ligadas al partido de gobierno, FSLN, en el negocio forestal.
Por otro lado, Montealegre mostró el certificado cuando el CSE le entregó certificación de la personería jurídica que lo acredita como presidente y representante legal del Partido Liberal Independiente (PLI).
“Todo está bajo la Ley Electoral yo soy el representante del partido, no existen tales facciones, es un show político, lo que esa gente hace es politiquería y el Frente Sandinista lo que quiere es zozobra y que dejemos las protestas, pero vamos a seguir”, aseguró el presidente del Nacional del PLI.
El PLI enfrenta un litigio desde 2010, que se libra ante la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, donde cuatro facciones reclaman la autoridad del principal partido de oposición de Nicaragua.
El reclamo de Montealegre es en reacción al CSE que convocó como partidos políticos, a las cuatro facciones en disputa para participar en las elecciones de noviembre próximo.