El Gobierno de Nicaragua envió una carta de respaldo a la presidenta suspendida por el Senado brasileño, Dilma Rousseff y al expresidente, y aliado de la mandataria, Lula Da Silva.
En su comunicación diaria a medios oficialistas, Rosario Murillo, vocera del Gobierno, dijo que no les asombra el “argumento de la derecha”, refiriéndose al juicio político que Rousseff enfrenta.
“Hemos seguido con indignación y rechazo el impresentable y antidemocrático proceso que ha ensombrecido la seriedad y fortaleza de las instituciones en ese hermano país, donde la lucha de ustedes y la fuerza del Partido de los Trabajadores ha sido y sigue siendo fundamental”, leyó Murillo.
También, Murillo afirmó que Brasil es la esencia de todo lo que se ha vivido, y dijo que todo el juicio político ha sido “un drama, una comedia, una tragedia, un mamarracho jurídico y político, y culpó a los “lacayos chingastes locales” de la derecha.
Murillo instó al pueblo de Brasil, a Rousseff y a Lula a continuar la lucha para tomar de nuevo su lugar.
Rosario Murillo citó la tradicional canción que se hace sonar en campañas y fiestas del partido del Frente Sandinista de Liberación Nacional “el pueblo unido, jamás será vencido”.