La premura por ver televisión o estar cómodo muchas veces evita que compartan en familia, un momento tan preciado, como el de la hora de la comida.
Hacerlo un hábito es una tarea que recae en los padres, dado que los hijos van creciendo y por lo tanto tienen otras prioridades causando que estos se alejen aún más de la familia y se pierda ese vínculo que nació años atrás.
Comer en familia crea muchos beneficios para el desarrollo emocional y hasta intelectual de las personas. Tal vez lo puede ver como un acto de protocolo o bien una manera de compartir con las personas que quiere, pero sentarse en la mesa a conversar con sus allegados mejora hasta su personalidad.
Junto a la familia se refuerzan las conductas y valores, y aunque comer parezca algo sin importancia es el único momento donde con tranquilidad los familiares se juntan para conversar íntimamente sobre lo que está pasando, sus planes y hasta sus frustraciones, logrando así una sana convivencia.
MÁS DETALLES
Desde niño se dice que lo más correcto es comer en la mesa por lo tanto a esta edad se empieza a inculcar buenos modales y las reglas que rigen a la sociedad, que una u otra forma brindan premisas para sobrevivir en un mundo de principios.
Recuerde que primero es esencial que le explique la importancia de comer juntos, luego enséñele a como comportarse en la mesa y poco a poco verá que lo que usted hace, él lo repetirá porque está viendo como se comporta cuando está en la mesa.
Además le permite instruir a su hijo desde pequeño a tener hábitos alimenticios saludables que seguramente si lo aprende bien lo reproducirá con la familia que forme, y de paso se evita padecer una cualquier enfermedad que pejudique la salud.
Si su hijo es muy pequeño, según estudiosos, la integración con los adultos les ayudará a desarrollar aún más su vocabulario y van creando un poco de madurez emocional. Asimismo se vuelven más sociables porque pueden desarrollarse con demás.
ADIÓS A LAS DISTRACCIONES
Si quiere recuperar esos momentos de convivencia familiar primero apaga el televisor, los celulares, deje las tareas y el trabajo a un lado por unos momentos y enfóquese en su familia.
Vuelva a contruir lo perdido conversando y verá que todos compartirán una hora de tranquilidad y sobretodo de unión.