A los 21 años de edad, Johnny Trewin está construyendo cifras llamativas en nuestro beisbol, demostrando habilidad y madurez, tronando incluso bajo presión en juegos de playoffs con los Indígenas de Matagalpa, para colocarse al frente de su generación de artilleros.
Trewin debutó en el 2012 con un tímido promedio de .228 y mejoró levemente a .236 el siguiente año, pero a partir del 2014 se ha convertido en una máquina de bateo.
“He tratado de tomar lo mejor de cada entrenador de bateo que hemos tenido en el equipo y me he esforzado para mejorar”, apunta Trewin, quien entre los bateadores nacidos en 1995, es líder en hits (267), carreras anotadas (138), jonrones (14) y carreras impulsadas (147), además de ser segundo en promedio de bateo (.295), solo detrás del esteliano Flavio Cruz (.300).
Esta es su quinta temporada con Matagalpa en la Primera División y a pesar de su corta edad ya es considerado un bateador de mucho cuidado, porque ha crecido aceleradamente, lo que lo llevó a jugar con más regularidad la pasada en la Liga Profesional con los Gigantes de Rivas.
Como todo chavalo, tiene muchas aspiraciones, como establecerse en la Profesional y llegar a la Selección Nacional.
“Yo siento que tengo las condiciones para jugar en la Selección, solo es cuestión que alguna vez me tomen en cuenta”, afirma.
A la misma edad de Trewin,con 267 hits lleva más imparables que tremendos bateadores que también comenzaron a jugar muy jóvenes como Julio Medina (239), Jilton Calderón (209) y Pablo Juárez (196), aunque un poco distante del referente Nemesio Porras (340).
Además de estar en camino a una gran carrera como bateador, Trewin tiene la capacidad de jugar en los jardines y la tercera base, lo que le da un valor agregado a su juego, y naturalmente será una de las piezas fundamentales de la Selección Sub-23 que irá al Mundial de Monterrey, México. Ya antes estuvo con la Sub-21 que ganó el cuarto lugar en el Mundial de Taiwán.