Era el primero de diciembre de 2014 cuando la primera dama, Rosario Murillo, anunció que 200 mil nicaragüenses ya habían recorrido la Avenida Bolívar en Managua con los ojos puestos en los 58 altares que cada año el gobierno de Daniel Ortega manda a instalar en honor a la Virgen María, con lo que según ella dan gracias por las bendiciones recibidas.
Llenos de iluminación, decoraciones majestuosas —algunas en su presupuesto pusieron hasta piscinas— los altares fueron destacados por los medios oficialistas como un símbolo del gobierno sandinista. Diecisiete meses después de aquella declaración de Murillo, se puede tener un atisbo con cifras reales de los gastos incurridos a costa del erario, los cuales han sido proporcionados a la Comisión de Probidad de la Asamblea Nacional por una contratista apartada por el poder de estos negocios y que documentó escrupulosamente su denuncia.
Noemí Pavón Gallard, de 48 años, quien fue directora cultural del grupo de danza que acompañó a Ortega en el cierre de la campaña electoral de 1990, es la empresaria que a través de tres compañías cosechó miles de dólares en el negocio de la decoración desde que el sandinismo volvió al poder, en enero de 2007. Entre sus clientes dice que figuraron el Ejército, el Ministerio de Educación, la Policía Nacional, la Empresa Portuaria Nacional, entre otros.
Pero sus problemas iniciaron en enero de 2014 cuando se enfrentó a Fidel Moreno, secretario general de la Alcaldía de Managua y uno de los funcionarios más cercanos a Murillo. Para las contrataciones municipales se valió de la empresa NPG Multiservicios. En el caso de los altares en cambio se valió de otra: Nicaragua Tours Adventure (NTA).
Según la documentación, ofrecida como prueba en la comisión parlamentaria, NTA fue inscrita en el Registro Mercantil de Managua en marzo de 2014.
En Navidad de ese año instaló cinco altares para igual número de instituciones del Estado a un costo mínimo de 125,554 dólares, según documentación interna de su empresa, aunque ella aclara que sospecha que la cifra puede ser mayor, porque sostiene que sus socias le ocultaron las facturas reales, por lo que se ha abocado al sistema de justicia para obtener las copias de los contratos que se han negado a entregarle en el sistema público.
Al conocer la situación, el concejal del Partido Liberal Independiente (PLI) de la Alcaldía de Managua, Alfredo Gutiérrez, quien fue miembro de la Comisión de Finanzas, Presupuesto e Infraestructura en el período 2013-2015, consideró que “el despilfarro del Gobierno sandinista es vergonzoso. Es una bofetada al pueblo humilde de Nicaragua (…) Esto denota que solo gente del FSLN puede hacer negocios en el Gobierno”.
LOS ALTARES
El 31 de marzo de 2015, en un análisis preparado por la contadora pública Claudia Margarita Díaz Baca a petición de Pavón, las cuentas muestran que NTA realizó altares al Banco Central de Nicaragua (BCN), a Alba de Nicaragua S.A. (Albanisa) —la conocida compañía binacional a través de la cual se administra la cooperación venezolana—, al Instituto Nicaragüense de Aeronáutica Civil (INAC), la Procuraduría General de la República y el Sistema Nacional de Prevención y Atención de Desastres (Sinapred).
La revisión de los documentos arroja que en el caso del BCN el altar fue presupuestado en 37 mil 849 dólares. Contiene detalles curiosos como que la tarima tenía un costo de 960 dólares, la iluminación 3,512 dólares, había pastoras y palmeras, personajes del nacimiento a 1,050 dólares, un sistema de agua a 330 dólares, mientras registran la instalación de piscinas a un costo de 1,800 dólares más.
“El concepto era representar las orillas del Lago Xolotlán y sus afluentes naturales. Un poco del escenario del barrio de los pescadores. Cada piscina medía tres metros de frente por ocho de largo, con las piedras decorativas incluidas. Dos laterales de ese tamaño y una pequeña de 1.50 metros por dos en el frente”, explica Pavón.
ALQUILAR UNA VIRGEN: U$600
Entre las anotaciones en el presupuesto del altar del BCN, colocadas al margen derecho del mismo, en el informe contable de Claudia Díaz, se puede leer que no se cobraron otros servicios como el alquiler de la Virgen, a 600 dólares, un servicio en general que dura un mes, lo que significaría que el presupuesto para este caso sería de veinte dólares diarios. Según una investigación del Banco Mundial en 2015, cuatro de cada diez nicaragüenses viven con menos de cuatro dólares al día.
El segundo altar más caro es el de Albanisa, de acuerdo con los papeles de Pavón, vale al menos 31 mil dólares. La contratista explica en declaraciones a LA PRENSA que la instalación de este tipo de estructuras es similar al de una casa y hay que contratar incluso personal que le dé resguardo.
LA MANO DE MURILLO
Pavón envió dos correos electrónicos a Rosario Murillo hablándole de sus problemas contractuales con el Estado, pero en uno del 30 de abril de 2015 se refiere a los altares.
La lectura permite descubrir quién estaba al mando de toda la escenografía, con un gusto especial por los colores y la luz, lo que describe también la personalidad de la mujer que cogobierna el país con el comandante Ortega.
“En lo personal he tratado de cumplir con todas sus orientaciones y sugerencias y espero con gran expectación el día que usted pasa revisión por la Avenida Bolívar y la veo sonreír detrás del vidrio de su auto, al ver finalizados los trabajos”.
Desde aquella ocasión, la contratista compartió con Murillo las dificultades que atraviesa. Dijo que la participación en los altares le generó más inconvenientes que satisfacciones entre 2013 y 2014. Pavón tenía también otra empresa DAD Construcción Creativa para eventos: piñatas, bodas, 15 años, o decoraciones en ocasión de cumpleaños, que se encuentra actualmente inactiva, “al quedarme sin capital”.
LA RIÑA CON FIDEL MORENO
En 2013 NPG Multiservicios fue contratada por la Alcaldía de Managua para la elaboración de un nacimiento enorme en el parque Luis Alfonso Velásquez, de Managua, cercano también a la Avenida Bolívar, a un costo de 125 mil dólares según la cotización que fue recibida en la Dirección de Adquisiciones de la Comuna, el 14 de septiembre de 2013. En esta obra la contratista recuerda la participación de Murillo para la cual pidió 30 ángeles más.
Entre el contrato del Parque Temático Belén o “Ciudad Belén” y los altares pagados por las cinco instituciones, la inversión del Estado sumó un cuarto de millón de dólares. Era un buen negocio, pero entonces surgieron contradicciones a nivel interno en sus empresas.
El enfrentamiento con Moreno inició después que el funcionario ordenó, supuestamente, que no le pagasen a Pavón y “se entendieran” con Claudia Cruz, quien era únicamente vendedora de los servicios de la compañía, dice la empresaria.
¿Por qué habría hecho esto Moreno? Pavón explica que Cruz es esposa del asistente de Moreno en el departamental del FSLN. La contratista reconoce que Cruz le llevó a la municipalidad. Era una oportunidad para hacer negocios.
Cruz confirmó a LA PRENSA, vía telefónica, que su esposo trabaja con el secretario general de la Alcaldía, pero dijo que ella ni siquiera es amiga de Moreno. Guardó silencio cuando se le preguntó por el conflicto de interés en el negocio de “Ciudad Belén”. Cortó la llamada telefónica.
Pavón acusa ahora a Moreno por supuesto abuso de poder y tráfico de influencias para destruirla, después de que lo denunció ante el presidente inconstitucional Daniel Ortega y también ante Murillo .
La primera dama, según ella, le envió un correo electrónico a Moreno justo cuando este tenía una reunión con la contratista, preguntándole qué había pasado con esa acusación.
En un momento difícil de la reunión con el funcionario municipal, la contratista asegura que Moreno le dijo: “No voy a permitir que nadie toque la imagen de lo que la Navidad representa para este país. No ha habido político alguno que se haya atrevido a cuestionar lo que se ha hecho”.
¿INVENTARON CONTRATOS PARA PAGARLE?
Pavón denunció a Moreno por parcialidad hacia Cruz en otra carta a Murillo, el 15 de enero de 2014.
Un mes después, se reunió con el funcionario en el departamental del FSLN en Managua. Llegaron a acuerdos en el que ella acepta desistir de cualquier acusación contra Cruz, a quien había señalado en el distrito Dos de la Policía de estafa agravada. A cambio del desistimiento ella recibiría su pago.
Documentos en mano, la denunciante dijo que la Alcaldía de Managua firmó tres contratos que sumaban 131 mil 100 dólares para pagarle. Uno por proveer bancas a la municipalidad, en el que pautaron 51,750 dólares, otro por 62,100 dólares por la elaboración de ángeles, personajes y animales y otros 17,250 dólares por “suministro, dirección y ambientación decorativas con plantas ornamentales”.
El contrato de las bancas lo nombraron “reparación de andenes en calles de barrios y avenidas de Managua -quinto componente servicio de mano de obra para reparación de andenes, construcciones menores, limpieza, tapas para cajas, acabados y bancas”, pero Pavón aceptó en entrevista con LA PRENSA que nunca realizó tales obras, aunque recibió el dinero. “No se preocupe, el jefe lo autorizó”, le dijeron al momento de firmar el documento.
“La intención inicial era pagar todo mi trabajo a Claudia Cruz. Eso fue lo que llegó Claudia a solicitarle a Fidel (Moreno) y autorizó. (Pero) me tenían que pagar. Yo firmé el contrato. A mí me pagaron lo que me debían, pero no como el trabajo que se le ofertó a la Alcaldía. Lo pagaron con otros servicios que supuestamente ellos se inventaron que fue la producción del Paseo Xolotlán y la elaboración de bancas y reparaciones de andenes y avenidas en Managua. Si ellos le pagaron a ella, lo que correspondía al servicio de Belén, habría que irlo a verificar con una auditoría”, dijo Pavón.
LA PRENSA pidió un comentario a la municipalidad el 21 de abril de 2016. “No te puedo dar sinceramente (una respuesta), ahí serían solo las autoridades que pueden hablar, dejáme hablar con el secretario (general de la comuna, Fidel Moreno) para que él sea el que dé cualquier información que necesiten… él tiene que ser porque es el funcionario”, argumentó la vocera, Meyling Jarquín. Desde entonces no se han pronunciado.
Gutiérrez, el concejal del PLI, considera que “esta señora probablemente al principio consideró que porque era sandinista y tenía entre sus socias a alguien vinculada a la Alcaldía, pensó probablemente que era una garantía para que mantuviera sin ningún tipo de barrera, los contratos. Así como ella, deben haber múltiples casos, a varios niveles, en varias instituciones. Comienza a haber la pugna económica”.
En abril pasado, Pavón acudió al Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh). Marjourie Rodríguez, una de las abogadas de este organismo, dijo que se ve la falta de transparencia en el manejo de los fondos públicos. Nicaragua es un Estado que no se somete a la opinión pública.
Esos altares (de la Avenida Bolívar) pueden costar entre 10 y 30 mil dólares, dependiendo del tamaño y la técnica. Empezamos unas 10 empresas y aproximadamente habemos unas 30 que han incursionado en esta línea”.
Noemí Pavón Gallard, contratista.
FSLN RECHAZA QUE SE INVESTIGUE
El diputado liberal, Armando Herrera, presidente de la Comisión de Probidad, recibió los documentos entregados por la contratista y confirmó la semana pasada que ni siquiera le permitieron leer una hoja del expediente entregado por Pavón en la junta de diputados.
La bancada oficialista, que es mayoría, alegó que no podían conocer el caso porque el señalamiento era dirigido en contra del secretario general de la Alcaldía de Managua. Pero además dijo Herrera “no solo quieren encubrir a Fidel Moreno sino al administrador de la casa sandinista, de Managua”, en referencia al esposo de Ana Claudia Cruz.
Los tres votos del PLI fueron a favor de que se conociera el caso, se investigara, le dieran trámite y los pasos jurídicos pertinentes dentro de la Asamblea Nacional, porque son funcionarios públicos los señalados. Pero los diputados orteguistas, ocho en la comisión, se opusieron.
Los sandinistas consideraron que ese era “un cuento de hadas” y que para ellos no eran pruebas suficientes. “No es más que un cuento novelesco”, dice Herrera que le alegaron los diputados del Frente Sandinista.
Herrera lamentó que “la Comisión de Probidad lejos de ser comisión de probidad se está convirtiendo en comisión de impunidad”, aunque reconoció que el caso denunciado por Pavón revela “una corrupción compartida”, pues recordó que era la empresa de Pavón la que fabricaba esos altares.
“Esta señora, quiero decirte, que no deja de tener una cuota de responsabilidad en el sentido en que ella fue parte de esta nueva piñata”, dijo el diputado Herrera. (Con la colaboración de Roy Moncada)