14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
Luis Callejas. LA PRENSA/Uriel Molina.

Luis Callejas. LA PRENSA/Uriel Molina.

El Callejas que no conocíamos

Náufrago, contra, médico, callado y bailarín. Este es un retrato del ya oficial candidato a la Presidencia de la Coalición Nacional por la Democracia.

Luis Callejas, de 57 años, es tal vez el diputado más desaliñado de la Asamblea Nacional. Peludo, camisa desabotonada, jeans, cabello y barba largos y pulseras tejidas en las muñecas. Tan peludo es que ha sido comparado con Chewbacca, el peludo personaje de Star Wars. Pero, tras ese desaliñado personaje hay un hombre que pocos conocen: fue náufrago, es médico, fue contrarrevolucionario y ayudó a “bien morir” a compañeros heridos que no podía salvarse en la montaña; de niño lo atropellaron y lo envenenaron y ya está comenzando a cambiar su imagen desde que se convirtió en candidato a la Presidencia por la Coalición Nacional por la Democracia, que tiene el difícil reto de derrotar a Daniel Ortega en las elecciones que se celebrarán a finales de este año en Nicaragua.

Callejas reconoce con humor que su color de pelo se parece al de Chewbacca y explica que se lo estaba dejando crecer porque quería realizar una travesía en su velero, ir desde Chinandega hasta San Juan del Sur y tener el cabello largo lo protege del sol. Siempre ha sido sencillo, dice, pero que ahora debe cambiar de look por su nuevo cargo. Ya se cortó el pelo, ahora se abotona las camisas, usa pantalones de vestir y el próximo paso es recortarse y quitarse la barba.

El náufrago

Dos helicópteros sobrevuelan el mar buscando al náufrago un día de febrero de 1991. Desde abajo Luis Callejas los observa esperanzado. Agita su calzoneta en el aire para llamar la atención. La tira al aire, la usa de banderín. Estira los brazos hacia el cielo, quiere aferrarse a las llantas de los aparatos que sobrevuelan su cabeza en semicírculos, tratando de ubicarlo. Son las 3:00 de la tarde y Callejas tiene la cara, los brazos y la espalda martirizados por quemaduras de medusas. Los rescatistas no lo ven y finalmente se alejan.

Luego vuelven. Siguen buscándolo. Esta vez logra hacer contacto visual con el socorrista que va en la puerta de uno de los aparatos. Se saludan y una soga con una “canastita” desciende hasta donde se encuentra. La desesperación hace que no pueda sujetarse la primera vez que lo intenta y vuelve a caer al agua. Sin embargo, lo logra a la segunda.

Portada del diario Barricada en febrero de 1991, con la noticia del naufragio de Luis Callejas. LA PRENSA/Archivo.
Portada del diario Barricada en febrero de 1991, con la noticia del naufragio de Luis Callejas. LA PRENSA/Cortesía.

La odisea de Callejas había empezado un día antes. A eso de las 4:00 de la tarde decidió ir a la playa en Paso Caballos, Chinandega. Estaba a unos metros de la costa, jugando con una moto de agua, cuando el motor dejó de funcionar. Hizo de señas a sus amigos, pero no lo tomaron en serio. La corriente empezó a arrastrarlo. La marea estaba “vaciando” y cada vez se alejaba más de la costa. “Ya era de noche y ellos ya no me veían”, relata Callejas.

A las 11:00 de la noche decidió bajarse de la moto y empezar a nadar. “Grave error”, reconoce ahora. A la mañana siguiente se dio cuenta de que no estaba tan cerca de la costa como él pensó. Callejas asegura que lo encontraron a 25 kilómetros mar adentro y a 60 kilómetros del puerto de Corinto. “Fue arrastrado por las corrientes hasta llegar en medio de Los Farallones de Cosigüina y el Peñón de Aserradores”, narró en ese entonces el diario LA PRENSA.

Recorrido de Callejas durante su naufragio, publicado por LA PRENSA EN 1991
Recorrido de Callejas durante su naufragio, publicado por LA PRENSA en 1991.

Según Callejas, en ese momento pensó inevitablemente en la muerte. Pudo haberse ahogado o pudo morir por falta de agua y comida. Y los tiburones también estaban en la lista de posibilidades. Sin embargo, asegura que fueron momentos de calma. “Fijate que ese es uno de los momentos de mi vida donde he experimentado el mayor sentimiento de paz y tranquilidad. Nunca he tenido otro momento tan lleno de tranquilidad”, confiesa.

La dramática historia del doctor náufrago fue portada de los diarios de la época, como LA PRENSA y Barricada. Tenía entonces el cabello y la barba un poco más oscuros y sutilmente encrespados.

No era la primera vez que Callejas tenía un contacto cercano con la muerte. Siguiendo su vocación optó por estudiar Medicina en México y tuvo momentos difíciles con algunos pacientes. Y más tarde también decidiría integrarse a las Fuerzas Democráticas Nicaragüenses (FDN) como médico de campo, y en la montaña, siendo contra, vio morir a compañeros, amigos y enemigos.

Probablemente cuando fue náufrago, sí era la primera vez que el doctor ocupaba un espacio en los periódicos, pero no sería la última.

CHINANDEGANO DE “CLASE MEDIA ALTA”

El ombligo de Luis Antonio Roberto Callejas Callejas está sepultado en Chinandega. Allá nació, el 13 de enero de 1959 y allá vive actualmente. Todos los días se levanta a las 5:00 de la mañana para ir a la Asamblea Nacional, donde trabaja como diputado miembro de la Bancada Alianza del Partido Liberal Independiente (Bapli), para el período 2012-2016.

Callejas nació en una familia de clase media alta en Chinandega. Y aunque él no la considera “adinerada”, sí vivió cómodamente. “Tenemos casi 200 años de estar en Chinandega. Somos bastantes y hay clase media, clase alta… No viví en pobreza, no nací en pobreza”, asegura Callejas.

Creció en las afueras de la ciudad y pasó mucho tiempo en el campo. Era un niño muy inquieto y eso le ocasionó vivir metido en problemas. Sus formas de entretenerse iban desde volar con su papá en un avión Cessna hasta vacacionar en las montañas y playas.

Por lo menos cada dos meses Callejas iba al hospital. Era necio y las heridas, raspones y “morados” le sobraban. A los 6 años lo atropellaron en la playa y cuando tenía 6 días de nacido lo envenenaron y cayó en paro respiratorio. “Se le pasó la dosis del medicamento a la enfermera”, relata.

Su constante contacto con los hospitales despertó su vocación por la Medicina y en primer año de secundaria en el Colegio La Salle estuvo seguro de lo que quería estudiar. En 1983 se graduó como médico y cirujano de la Universidad Autónoma de Guadalajara, México. Sin embargo, después de terminar su carrera decidió que quería participar en la contrarrevolución.

Luis Callejas en un quirófano como médico. LA PRENSA/Cortesía.
Luis Callejas en un quirófano como médico. LA PRENSA/Cortesía.
Las marcas de la guerra

En 1984, apenas un año después de haberse graduado como médico, Luis Callejas decidió integrarse a la Resistencia Nicaragüense como voluntario.

Ya había situaciones difíciles. “En ese momento yo decidí que Nicaragua necesitaba ayuda, que el movimiento contrarrevolucionario estaba solo. Los combatientes en la montaña no estaban teniendo atención médica. Y dentro de mí yo decía hay que apoyar esto, hay que sacrificarse esto, porque Nicaragua necesita libertad”, expresa Callejas.

Su papá, mamá y hermanos menores ya vivían el exilio: unos en México, otros en Miami. “Todo mundo se oponía a mi idea de que tenía que ir a la guerra, especialmente mi madre. Pero fue una decisión que tomé con plena conciencia”, relata el doctor. Entonces acababa de cumplir 24 años e ingresó a las tropas del Comando Regional Jorge Salazar II, en Zelaya Central.

Un día normal en la Contra dependía de dónde estuviera: si era traslado le tocaba caminar y tratar de evitar las tropas enemigas. Y si no se podía evitar, se combatía.

—¿Vio a muchos compañeros morir?

—Sí. Y otras cosas también.

—¿Cuáles?

—Cosas que te dejan marcado de por vida. Había veces que si no podía salvar a alguien porque las lesiones eran de tal magnitud que no se podía hacer nada en la montaña, también ayudábamos a bien morir… Y a amigos tuyos. Es de las cosas más dolorosas de la guerra.

—¿Les disparaba?

—Dependía. Si tenía algo “más humano…”

—¿Y qué podía ser más humano?

—No sé, si tenía suficiente morfina les daba una sobredosis de morfina. Es horrible.

A pesar de que Callejas pertenecía a la brigada médica debía combatir para defenderse. No participaba directamente en las operaciones planificadas, sino que esperaba detrás a los heridos. Pero le tocaba disparar cuando los emboscaban y empezaba la balacera. No está seguro de si mató a alguien en combate. Dice que espera que no, pero que lo más probable es que sí lo haya hecho.

Pedro José Mora, también doctor, conoció a Luis Callejas en el campamento de la Resistencia Nicaragüense en Honduras. “Su carácter era muy abierto y campechano. Nuestro trabajo era evitar muertes y amputaciones”, recuerda Mora. En la montaña Callejas era conocido como el “Doctor Guayo”, pseudónimo que usó por su hermano, que se llama Eduardo.

Mora era conocido como “Doctor Orlando”. “En las manos de nosotros quedó mucha sangre. Nosotros enterramos comandos: campesinos, estudiantes, nicaragüenses que dieron la vida por un ideal”, se lamenta Pedro José Mora.
Según Callejas, la muerte en la montaña es diferente a la muerte en un hospital. “Cuando te enfrentás a la muerte de esa manera la vida te cambia. Pasás de ser el médico del hospital y te venís a meter a una montaña, donde la muerte no tiene el significado que yo tenía. Cuando es una muerte violenta se deshumaniza la persona… sobre todo cuando son guerras civiles y fratricidas, donde lo que mueve es el odio”, manifiesta.

En una ocasión se encontraba en San Andrés de Bocay, donde habían construido una base al lado de Honduras y tenían una pista de aterrizaje para abastecer las tropas. De pronto llegaron los aviones de la Fuerza Aérea Sandinista. “Nos pegaron una bombardeada. Nos mataron 46 hombres en menos de cinco minutos. Y yo estaba ahí en medio. La guerra marca y marca todos los días”, rememora el doctor.

En 1986 se iniciaron las pláticas de paz y hubo órdenes para que se disminuyera la intensidad de la lucha. La vida se volvió muy rutinaria y se salió del comando.

De médico a político

En 1984, además de entrar a la Contra, el diputado Callejas conoció a su esposa, Ana Isabel Lovo, con quien ha estado casado durante 31 años. “Nos conocimos en 1984, en Honduras, donde yo vivía en el exilio debido a la situación política que atravesaba Nicaragua en esos años. Luis llegó de Estados Unidos, ya como médico, para integrarse a las filas de la FDN. Lo conocí en la casa de una tía”, recuerda Lovo. Según ambos, fue amor a primera vista. Se vieron en 15 ocasiones durante todo un año y luego se casaron. Actualmente tienen cuatro hijos y dos nietos.

“Estábamos enamorados. Muchos dicen: ‘Se caso con alguien que no conocía’ y eso es verdad. Yo era muy joven (18 años), él era un médico que estaba metido en la montaña. Me propuso matrimonio, le dije que sí”, cuenta Lovo.
Después de trabajar en varias empresas en Chinandega decidió ir a estudiar una maestría en Salud Pública en Estados Unidos y en Medicina Tropical. Regresó en 1997 y trabajó en el Ministerio de Salud en Investigación Epidemiológica y también en el Silais.

Ingresó a la política como candidato a diputado por Chinandega. “Iniciamos como un movimiento que se originaba en el PLC y se llamó Vamos con Eduardo y después hicimos el ALN (Alianza Liberal Nicaragüense)”, explica.
Y después de que don Fabio Gadea rechazara la candidatura, en 2016, Callejas se convirtió en el candidato oficial a la Presidencia por la Coalición Nacional por la Democracia.

Luis Callejas es el candidato presidencial por el PLI para las elecciones presidenciales de 2016 en Nicaragua. LA PRENSA/Uriel Molina.
Luis Callejas es el candidato presidencial por el PLI para las elecciones presidenciales de 2016 en Nicaragua. LA PRENSA/Uriel Molina.

—¿Por qué lo eligieron a usted?

—Primero, el presidente del partido había renunciado a participar en actividades políticas. Y obviamente yo soy el primer vicepresidente del Partido Liberal Independiente. Dos, dentro de la Coalición los partidos se sienten bien conmigo. Ven una cara joven, con nuevas ideas y no tengo cola que me machuquen. Yo soy una ventana abierta.

—¿Y cómo se siente por haber sido la segunda opción?

—No me siento mal.

—¿No se siente plato de segunda?

—No era mi intención ser la primera opción. Entonces no siento que soy el de segunda. Las circunstancias se dieron.
De Callejas se ha dicho que es poco conocido, pero él asegura que a él lo conocen más en occidente, pero que sí acepta que debe construir una imagen que lo proyecte nacionalmente.

Y aunque Callejas asegura que “no tengo cola que me machuquen”, a la víspera de su proclamación como candidato presidencial tuvo una sonada pifia: distribuyó a algunos medios de comunicación dos fotografías que mostraban cuerpos siendo enterrados en Ayapal, Jinotega. Callejas aseguró que las fotos habían sido suministradas por pobladores de la zona y que se trataba de campesinos que habían muerto en enfrentamientos armados contra el Ejército.

Sin embargo, las fotos eran del fotorreportero Carlos Herrera, fueron publicadas por Confidencial en 2013 y se trataba de muertes de algunas personas ligadas a una secta religiosa. “Pido disculpas a los medios de comunicación por los inconvenientes causados”, se disculpó Callejas.

Ana Isabel Lovo, su esposa, dice que su vida ha cambiado desde que es político. “El cambio mayor ha sido la privacidad de la familia, ya en la política eres una persona pública y te encontrás con muchas personas en la puerta de la casa buscando algún apoyo o simplemente para platicar de la situación del país”, expresa Lovo. También asegura que aún no le agrada la idea de que sea candidato a la Presidencia, pero que ya aceptó el reto y que sus hijos y ella van a apoyarlo.

En la Asamblea Callejas gana 2,200 dólares. Además es productor: tiene una finca de 20 manzanas y en una parte siembra caña y en la otra tiene gallinas, cerdos, perros y ovejas pelibueyes. Renta una finca que es de su mamá, de unas cien manzanas y en esa siembra 91.5 hectáreas de caña de azúcar. La cosecha la vende al ingenio Monterrosa.
Como productor, este año, por ejemplo, su cosecha de caña fue de 8,330 toneladas. “He tenido cosechas mejores, pero no es mala. Puedo llegar a ganarme unos 10 dólares por tonelada. Son 83,300 dólares. A veces es un poco menos, a veces un poco más”, explica.

Las 10 de… Luis Callejas

1. Hobbie. Le gusta navegar y pescar Dice que el mar le da paz. Tiene la casa de sus sueños en Santa María del Mar. También le gusta bailar salsa y merengue.

2. Accidente. Lo atropellaron en la playa cuando tenía 6 años.

3. Silencio. Según su esposa es bastante callado.

4. Look. El diputado Wilfredo Navarro lo comparó con Chewbacca, de Star Wars, por su cabello largo y su barba.

5. Sueño. De niño quería ser piloto, pero su mamá y le dijo a su papá que si le enseñaba a volar, compraría un ataúd.

6. Supersticioso. La pulsera que usa es un amuleto que compró en África. También porta rosarios cristianos, por lo que dice que anda doblemente protegido.

7. Enfermedad. Es diabético y se inyecta insulina todos los días.

8. Adicto. Le gustan mucho los dulces. Dice que no puede ver uno porque lo devora.

9. Mal hábito. Fumó durante 45 años, hace dos años lo dejó. Y se come las uñas.

10. Miedo. No le gusta volar. Le da miedo, taquicardia y sudoración cada vez que lo hace.

Estudios

Se graduó en 1983 de médico cirujano en la Universidad Autónoma de Guadalajara, México.

Estudió su maestría en Salud Pública en Commonwealth University en Richmond, Virginia, en 1993.

En 1994 estudió su segunda maestría en Medicina Tropical en la Facultad Salud y Medicina Tropical de la Universidad de Tulane en New Orleans.

De 1995 a 1997 realizó estudios de Epidemiología de Campo en el Centro para Control de Enfermedades de los Estados Unidos de Norteamérica en Atlanta, Georgia.

Fuente: Asamblea Nacional

Puede interesarte

COMENTARIOS

  1. Joana Martinex
    Hace 8 años

    Tiene mi voto, ademas de que esta mejor que Ortega que tienen bajo Standars, encima es mas mucho mas joven , Los Sandinistas siempre desdeñan la gente con Educacion, pero ellos no saben como trabajar, solo hblan de lucha de clases y divisionismos. Asi el Pais nunca va a progresar. ahora todo esta centralizado, como E.U. socialismo con Capitalismo mezclados. pero siempre tendremos que desarrolar programs sociales en la medida que se pueda para los pobres.detesto el Militarismo de los Sandino’Comunistas.eso tienen que terminar.Dios quiera que los Nicas se unan y lo apoyen para sacar Ortega.

  2. Ron MCB
    Hace 8 años

    Pues parece una buena apuesta para la presidencia

  3. Sin tapujos
    Hace 8 años

    Educado, culto, valiente y no tiene historial corrupto, como la enorme mayoría de los políticos de Nicaragua. A este si le voy, solo espero que no se llene de los típicos aduladores oportunistas.

  4. Pepe Turcon
    Hace 8 años

    De lujo !!
    Que mejor representante del autentico Nica decente, valiente y aunque se las robe Ortega, a como lo hará, quien mejor exponente frente al mundo para reclamar lo robado.
    Adelante Luis !!

  5. marcel
    Hace 8 años

    Conoci a Luis en una de sus mas humanitarias actividades, medico de campo, fue en muchas circunstancias una bendicion y una inspiracion aun en momentos cruciales, doctor Guayo, es un hombre versatil, su vida no tiene contradicciones, es de una sola pieza.Aunque somos de la misma ciudad, conosco a su familia, a el lo conoci en circunstancias que no quisieramos recordar, es buen hombre y pude ser el personajes politico que ncesita el pais como presidente,por que el, mas que otro politico actual, conoce muy bien de lo que carece el pueblo nicaraguense, podria decir que el no siente odio por nada ni por nadie, solo lucha por una justicia social por el bien comun y libertades publicas no enajenadas por ninguna indeologia impopular. o pupulista.

  6. FRANCISCO JIMENEZ
    Hace 8 años

    Tiene un buen curriculum,, logicamente un pdte debe tener algun tipo de preparacion academica, que tenga un conocimiento de lo logico y lo censato, es un hombre entregado a la causa que considera justa y razonable. vamos con callejas!!.

  7. carlos
    Hace 8 años

    no veo en que nos ayude esa informacion

  8. Allahu Akabar
    Hace 8 años

    Felicitamos al PLI por tener a su disposición tan excelentes recursos humanos que no dudamos comprenden la importancia de servirle al pueblo sin intenciones de perennizar una oprobiosa dictadura. Creemos que este candidato entiende la importancia de una democracia sin fradues y sin corrupción con justicia para todos, con mucha educación y protección al medio ambiente.

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí