Nicaragua y Costa Rica no están en guerra pero los costarricenses creen que su vecina del norte puede utilizar los tanques rusos que está adquiriendo su ejército para invadirlos, un temor que los costarricenses han acentuado en su memoria tras el inicio en 2010 de una disputa por un humedal fronterizo cuyo proceso judicial internacional terminó en diciembre del año pasado.
Una encuesta de la firma Cid Gallup para diversos medios costarricenses, reveló que el 46% de los 1,200 encuestados a nivel nacional piensa que los tanques rusos pueden ser usados contra Costa Rica, un 37% dijo que no sabe su uso o no respondió, mientras que un 11% considera que el Ejército de Nicaragua los usará contra otro país.
El mismo sondeo revela que el 73% manifiesta preocupación por la compra de armamento ruso y un 37% opina que Costa Rica debe protestar contra la adquisición nicaragüense.
“Cuando se les pregunta contra qué país pudiera usar esos tanques, el grupo más grande cita a Costa Rica. Sin embargo, es una minoría que considera que el Gobierno nacional debería protestar por la adquisición de estas máquinas por los nicaragüenses”, dice el estudio.
Para el sociólogo costarricense, Carlos Sandoval, conocedor de la realidad de ambos países, considera que las preguntas de la encuestadora sobre este tema han sido un poco irresponsable.
“A mí me parece que eso es digamos una respuesta que los medios de comunicación han generado, de luego también la encuesta fomenta el prejuicio en la forma en que pregunta”, señala Sandoval.
“Es una pregunta irresponsable del encuestador porque realmente no ha sido un tema en Costa Rica el de la compra de tanques rusos. Lo sacó un periódico nacional hade dos semanas pero le estamos preguntando a los ticos por algo que no necesariamente ellos han tematizado, la encuestadora pregunta eso, los medios lo ponen en titular y nos ponen a pensar en algo que no estamos pensando”, criticó el sociólogo.
Desde 2010, cuando una cuadrilla dirigida por Edén Pastora dragó un humedal en la desembocadura del río San Juan que según la Corte Internacional de Justicia, en su fallo de diciembre 2015, le pertenece a Costa Rica; los costarricenses han reforzado el temor de una invasión militar de Nicaragua, basada en informaciones de medios nacionales de comunicación.
La apertura de caños en ese humedal de parte de la cuadrilla de Pastora, cuya labor fue vigilada por el Ejército de Nicaragua, además de imágenes de militares nicaragüenses atrincherados en ese punto de la frontera común de ambos países, llevó a los medios y por ende a los costarricenses, a reforzar la idea de una invasión armada del gobierno de Daniel Ortega.
Es más, ese mismo año Costa Rica presento una demanda por invasión a su territorio y daño ambiental, ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, cuya sentencia fue el pasado 15 de diciembre, cuyo caso ganó este país.
“En este momento no hay ninguna evidencia de que algo así (invasión armada de Nicaragua) vaya a ocurrir. Me parece que eso es irresponsable digamos, como no hay evidencia de que vaya ocurrir ni una manifestación explícita de los costarricenses, lo que hubo en Calero (humedal fronterizo) fue disputa sobre definición de límites, pero decir que esa pequeña franja de tierra se puede interpretar como una invasión como se ha hecho, es jugar una carta nacionalista muy dañina”, puntualizó Sandoval.