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Roncagliolo, Nicaragua narradores,

LA PRENSA/JORGE TORREZ.

Santiago Roncagliolo, humor, novela negra y memoria en su obra

El novelista, guionista y dramaturgo Santiago Roncagliolo no venía a Managua en nueve años y está asombrado por los “arbolitos de colores” ríe.

El novelista, guionista y dramaturgo Santiago Roncagliolo no venía a Managua en nueve años y está asombrado por los “arbolitos de colores” ríe.

Dice encontrar a la ciudad sin centro en “un poco más ciudad, creo que ahora tiene más identidad Managua, ahora se distingue más la parte urbana, está más desarrollada”, aunque refiere ser más “partidario de los árboles de verdad, aunque sí está más bonito, bienvenido”.

Roncagliolo, Premio Alfaguara de Novela en el 2006, habla de sus procesos creativos cotidianos, sus miedos y los retos que enfrenta como creador. “Una novela es algo que requiere mucha concentración, mucho tiempo, paciencia, parto de mis miedos de las cosas que me aterrorizan, cada libro es una exploración diferente”, dice.

“Una vez que pasas esa parte personal tienes que ir a la disciplina, se debe tener mucho rigor, mucha insistencia, para desarrollar los personajes, los giros, las voces solo se hace con trabajo intenso”, explica.

El creador está como invitado al evento de narradores Centroamérica Cuenta y cuyo lema es “memoria y libertad”.

Advierte que “la memoria es el material principal de un escritor, trabajas con lo que recuerdas y con la realidad que has visto. Sin memoria no hay literatura. Lo que hacemos los novelistas son esos retratos de un país para que sus habitantes vean de donde vienen”.

De los retos que enfrenta Santiago Roncagliolo cuando escribe sus “trillers” revela que es “mantener la tensión narrativa, hacer una novela que los lectores no puedan soltar”, como en Abril rojo, con el que ganó el Alfaguara.

Otro elemento al que recurre es “el miedo, esa emoción más primitiva, más básica y en una novela hay que buscar el pulso narrativo, más adelante mantener el suspenso y el misterio de lo que está a punto de ocurrir”.

De esos miedos, Roncagliolo refiere a Abril rojo y La pena máxima, novelas ambientadas en hechos terroristas en Perú y en la operación Cóndor, y las dictaduras.

Y reitera: “Novelas negras en las que esta esa parte oscura de los humanos, da mucho miedo desaparecer en la calle, da miedo ser víctima de un bombazo o de un asesinato”.

Al igual, sobre el humor negro apunta: “Cualquiera que ha vivido situaciones difíciles ha usado el humor para defenderse de la realidad, no siempre podemos resolver las cosas pero nos reímos de ellas”.

“El humor negro es de países con problemas donde nos reímos de nuestros políticos porque es la única manera de avergonzarlos, aunque sea en nuestra pequeña vida cotidiana, es el humor negro para defendernos”, acota Roncagliolo.

 

 

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