La tecnología ha avanzado significativamente desde que inició el nuevo siglo. Para muchas madres, seguramente la experiencia inicial fue en equipos de escritorio robustos que parecían una caja, con una conexión a internet extremadamente lenta si la comparamos a los estándares actuales. Las redes sociales se encontraban todavía en una etapa inicial, la banca online no existía y nadie había oído hablar de aplicaciones móviles.
Al saltar hasta el presente, nos encontramos con una imagen completamente diferente: el año 2016 es positivamente futurista para los estándares del año 2000. Los equipos de escritorio son elegantes, la banda ancha es súper rápida, las redes sociales se convirtieron en una parte intrínseca de la vida misma y existe una aplicación móvil para todo. Y, por supuesto, la banca online es un hecho.
“Para muchas madres, este cambio drástico se ha ido desarrollando en un segundo plano mientras seguían con sus ocupaciones cotidianas. Y aunque es muy posible que se hayan equipado con lo último en tecnología, su entendimiento del mundo digital no es tan amplio como quisieran, esto constituye un problema, ya que los padres tratan de enseñarles a sus hijos una tecnología y una internet de una época anterior”, comentó Denise Giusto, especialista en Seguridad Informática de ESET Latinoamérica.
Con esta idea en mente, la compañía líder en detección proactiva de amenazas brinda una guía de cuatro pasos para que las madres se actualicen en el tema de seguridad informática.
1- Familiarícense con internet y las tecnologías relacionadas. Es importante comprender las herramientas y los sitios web que son populares entre los niños de todas las edades, para estar al tanto de los riesgos de las actividades online. ¿Por qué? Porque si no se tiene ningún conocimiento básico sobre esta área, efectivamente no se sabe nada acerca de las ventajas y desventajas de la tecnología y la web. Más allá de que las madres lean sobre las señales de abuso online, aprendan sobre las amenazas que afectan a los gamers o se familiaricen con las redes sociales que son tan populares entre adolescentes, cada granito de información hace su aporte.
2- Introduzcan la tecnología y la seguridad online lo más temprano posible. Algunas madres son cautelosas con la introducción de sus hijos a la tecnología e incluso a la web desde una edad temprana, pero mientras se haga de una manera controlada, pueden sentirse seguras de las cosas que sus hijos ven y hacen online.
David Harley, investigador senior de ESET, sugirió que esta importante tarea es tan vital que debería introducirse incluso antes de que vayan a la guardería. “Aunque no soy partidario de darles a los bebés un acceso inmediato e ilimitado al mundo cibernético, es conveniente tratar de lograr una introducción gentil y guiada, motivándolos a probar cosas nuevas, a hacer preguntas y a entablar un diálogo constructivo”.
3- No dejen de hablar sobre las redes sociales y la privacidad. Esta quizás sea una de las áreas más difíciles de manejar en términos de lograr un equilibrio entre usar las mejores prácticas y ser autoritario. Al fin y al cabo, a cada madre le corresponde averiguar cuáles son los límites con los que sus hijos se sienten cómodos y, en última instancia, ir improvisando a medida que ellos crecen. Sin embargo, a lo largo de su desarrollo, es esencial que mantengan siempre “activas” las conversaciones sobre las redes sociales. Enfóquense en el rol centralizado de estas redes en la vida moderna (para mantener el contacto, compartir y aprender), pero también es importante abordar los peligros asociados, tales como el pedido de sexo online por extraños y la pedofilia online.
4- Asegúrense de que todos sus dispositivos móviles estén protegidos. Antes, una familia promedio tenía un equipo y un solo punto de acceso estático para conectarse a internet. Eso cambió radicalmente. De los smartphones a las tabletas, los equipos portátiles a las computadoras de escritorio y los televisores inteligentes a las consolas de juegos conectadas a internet, ahora tenemos a nuestra disposición una enorme variedad de dispositivos portátiles con acceso a la web.
Teniendo en cuenta lo difícil y poco práctico que es mantener un control constante en los niños en todo momento, hay un problema aún mayor: que los padres logren sentirse seguros de que pueden supervisar la actividad online de sus hijos, incluso cuando están fuera de casa.
Con las aplicaciones móviles de control parental, por ejemplo, se soluciona este problema. Esta tecnología les permite a las madres y a los padres “proteger a sus hijos que usan smartphones y tabletas en esta era digital compleja”, al mismo tiempo los ayuda a controlar la factura telefónica impidiendo las compras integradas en aplicaciones móviles.