Monseñor Silvio José Báez, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, expresó que la posición de la Iglesia católica es que se debe garantizar la observación electoral internacional y nacional.
El presidente inconstitucional Daniel Ortega dijo el sábado pasado en un discurso que no habría observación electoral y llamó “sinvergüenzas” a los observadores de la Unión Europea, el Centro Carter y de la Organización de Estados Americanos (OEA) que no habría observación
Sobre participar o no en un proceso electoral sin la participación de los observadores, el obispo dijo que cada quien decide o no participar, pero reiteró que es sano que haya presencia de observadores por la transparencia de los comicios nacionales.
“Ya participar o no eso depende de las decisiones políticas de cada partido político; la Iglesia lo que insiste es que aquí en Nicaragua es necesario (la presencia de los observadores internacionales) sobre todo por la cultura política de este país”, aseguró el jerarca católico.
LA CARTA A ORTEGA
El 21 de mayo de 2014, los obispos de la Conferencia Episcopal entregaron personalmente a Ortega una carta pastoral en el que le hacían ver los grandes problemas del país, entre éstos las anomalías de los procesos electorales, en el cual señalaban que el actual Consejo Supremo Electoral (CSE) no había ejercido sus funciones de forma transparente, en las elecciones de 2011.
“En dicho fenómeno social ha sido determinante el rol del Consejo Supremo Electoral, que no ha sabido ejercer sus funciones con responsabilidad y honestidad y cuyas acciones deshonestas calificábamos en 2011 no sólo como éticamente negativas, sino como pecado, es decir, como actos reprobables a los ojos de Dios (cf. Carta CEN, 16.11.11)”, expresaron en el documento los obispos al mandatario sandinista, que gobierna el país desde 2007.
Asimismo los jerarcas católicos, cuestionan: “a partir del resultado de las elecciones del 2011 la concentración de poder, la corrupción gubernamental, la confusión Estado-Partido, el sometimiento de los poderes del Estado a la voluntad del Ejecutivo, el irrespeto a las leyes, la falta de seguridad jurídica, el tráfico de influencias, la intolerancia política, el dominio sobre la casi totalidad de las alcaldías del país, hasta llegar a las últimas reformas constitucionales, han agravado en modo sumamente alarmante la situación actual del país y su futuro”.
Los obispos de la CEN se reunirán la próxima semana y se prevé tengan una posición sobre el hecho de que Daniel Ortega, prácticamente deja nula la participación de la observación electoral extranjera.