El hecho de que Nicaragua no destaque entre los países más seguros de América Latina, según informe sobre seguridad ciudadana del Instituto de Igarapé, “es un indicador claro que para algunos organismos multilaterales e internacionales el problema que está teniendo Nicaragua es de cifras reales”, dice el investigador independiente Roberto Orozco.
“Las cifras que se presentan oficialmente como indicadores de seguridad en Nicaragua internacionalmente no se están tomando en serio”, sostuvo Orozco, quien consideró que esto tiene que ver con la política gubernamental que obliga a todas las instituciones del Estado a presentar cifras favorables. Orozco recordó que “aunque la realidad sea otra a nivel de informes oficiales se están presentando otras cifras estadísticas que no reflejan esa realidad”.
Y en cuanto a la tasa de homicidio señaló Orozco que hay casos que no han sido incorporados.
“Aquí hay más homicidios de lo que realmente se presenta como indicador, por ejemplo la actividad armada, aunque no se quiera reconocer la actividad armada en el norte del país ha dejado cuantiosas víctimas”, apuntó Orozco.
El consultor independiente Roberto Cajina señaló que “no hay una explicación lógica racional”, para la reducción de la tasa de 8 homicidios por cada 100,000 habitantes establecida oficialmente por la Policía Nacional en Nicaragua. Refirió Cajina que no comprende como Nicaragua pudo reducir en pocos años la tasa de homicidios que pasó de 13 a 11 homicidios por cada 100,000 habitantes a 8 por cada 100,000 habitantes.
Criticó que la idea de “vender” a Nicaragua como país más seguro es engañar a la ciudadanía. Y a su criterio la tasa de homicidio no debe ser el único indicador que debe ser tomado en cuenta para indicar seguridad, pues por ejemplo, en Nicaragua los robos son la principal preocupación de la población.
Destacó Cajina, que además si un país se compara con El Salvador, Guatemala y Honduras “puede estar en el Paraíso” pero si se compara con estas ciudades que tienen tasas de 1.2 y dos homicidios por cada 100,000 habitantes como resalta al informe del Instituto Igarapé, “estamos en el infierno”, por lo que considera “son relativas las comparaciones”. “El hecho que Nicaragua no aparezca allí, es que realmente no está ni en los mínimos ni en los máximos”, dijo Cajina, quien consideró “muy pretencioso” haber asegurado reiteradamente que Nicaragua es el país más seguro de Latinoamérica. Por tanto, sostuvo Cajina, las cifras oficiales “generan dudas”.
“Había una carrera, perversa digo yo, para señalar a Nicaragua como el país más seguro de Centroamérica, esto tiene un interés político y también un interés económico financiero”. Roberto Cajina, consultor independiente en temas de defensa y seguridad.
FACTORES QUE INSIDEN
El informe del Instituto Igarapé indica que hay muchos factores que explican la seguridad relativa de unas ciudades por encima de otras. Y uno de los factores más importantes es la inequidad, apunta el mismo.
“Hay una correlación positiva importante entre la inequidad económica y social, y la incidencia de violencia letal. Otros factores incluyen altas tasas de desempleo juvenil, la debilidad crónica de las instituciones de seguridad y justicia, y mucha urbanización no regulada”, sostiene el informe.
Roberto Cajina coincide en que hay demasiados factores que influyen para poder contar con una visión completa de la actividad delictiva. Y que el mapa de la inseguridad de un país no se puede elaborar a partir de un solo indicador como es la tasa de homicidios, sino que se debe tomar en cuenta todos los delitos.