El escritor marroquí Tahar Benjelloun ha publicado una carta abierta a la actriz Meryl Streep en la que le pide que interceda por las niñas marroquíes enviadas a trabajar como empleadas domésticas en su próximo viaje a Marrakech junto a Michele Obama.
La primera dama es esperada en la ciudad de Marrakech el 28 y 29 de junio, y estará acompañada por Meryl Streep y la actriz india Freida Pinto: las tres, con la mediación de una periodista de la CNN, conversarán sobre el modo de promover la escolarización entre las niñas en el tercer mundo.
Tahar Benjelloun, que confiesa su admiración por Streep, está seguro de que “no se contentará con los momentos protocolarios” en un país especialista en ofrecer “una hospitalidad sin igual”, sino que buscará saber “lo que se disimula detrás de las paredes”.
Concretamente, desea que la actriz escuche a las mujeres que “se baten para que la inocencia de las niñas no sea saqueada por bestias, para que la esperanza que estas niñas tienen pueda imponerse a los tabúes, las hipocresías sociales, los pudores mal entendidos y esta verg enza que tapa la verdad”.
Para el escritor, que no pierde la ocasión para alabar al rey Mohamed VI, su país trata de zafarse de las “fuerzas de regresión y de bloqueos producto del conservadurismo y de miedos, de frenos que impiden la emancipación de la mujer”.
En Marruecos hay una cifra imprecisa (entre 30,000 y 60,000, según cual sea la fuente) de niñas trabajando como empleadas domésticas, con salarios muy bajos entregados a sus padres y con jornadas laborales larguísimas, carentes de derechos básicos como días libres o un contrato.
El gobierno, tras un largo proceso de debates, ha aprobado un proyecto de ley para prohibir el trabajo de estas niñas si son menores de 16 años, pero las protestas emitidas desde la sociedad civil han hecho que contemple ahora un periodo transitorio hasta la prohibición total por debajo de los 18 años, algo que deberá decidir el parlamento.