Cuando se describe dice ser un peleador explosivo, de manos pesadas y de mentón fuerte. Es pequeño, de piel oscura y con mucha experiencia sobre su espalda en los 31 años de vida. Se llama Marcus Brimage, es el oponente de esta noche de Leonardo “Chimmy” Morales, quien tiene más corazón, más determinación pero aún le hace falta presumir como Brimage: “Yo he ganado en veladas de UFC y he estado en eventos mundiales”.
Morales tiene un historial con poco brillo, pero es joven y con ganas de saltar al estrellato, no importando los riesgos que tiene que correr. Su apoderado y entrenador, Alex Amador, está consciente de ello, pero vale más lazarse al abismo de enfrentar a un rival de mucho nivel, que seguir coleccionando victorias ante oponentes anónimos. Una victoria y los focos estarán sobre él, una derrota y el sueño de la UFC estaría convertido en cenizas en el mar.
Ayer ambos marcaron la categoría sin problemas, la cual es 145 libras, para el combate estelar que será en el Chamán.
¿Hasta dónde el significado de tratar ser alguien puede impulsar a “Chimmy” para impactar ante Brimage? Se verá esta noche, lo único que es visible en él, es que está harto de fallar en las peleas que le darían un giro a su vida, parece haber despertado de su letargo.