Heath Ledger – The dark night
Aunque Ledger improvisó muchas veces, durante el rodaje de la película, una de las escenas más recordadas son las explosiones en el hospital. Él sale vestido de enfermera y las bombas empiezan a explotar con el lapso de tiempo debido entre ellas, sin embargo la última demoró más de lo normal y Ledger empezó a improvisar, mirando con extrañeza y jugando con el detonador hasta que la última bomba explotó. Se metió tanto en el personaje que no quisieron descartar la escena.
Mickey Rourke – The wrestler
Su actuación lo llevó a una nominación a los Óscar. Durante una de las peleas, el personaje esconde una cuchilla para hacerse un corte en la ceja, que detendría la pelea. El director tenía una prótesis de frente para esto pero el actor decidió hacerlo con su propia piel. La sangre y el dolor de la escena es real.
Leonardo DiCaprio – Django
En una escena de la película DiCaprio golpea en repetidas ocasiones una mesa, enojado, pero por descuido movió la mano y quebró una copa. Se hirió y comenzó a sangrar, sin embargo no detuvo su monólogo. A Quentin Tarantino, el director, le pareció una buena escena y decidió dejarla.
Woody Allen – Annie Hall
Es considerado uno de los momentos más graciosos del cine. En la escena Allen toma una cajita que contiene cocaína, unta un poco en su dedo y se lo acerca a la nariz, le provoca un estornudo y el polvillo blanco se esparce por doquier. Al director le gustó la escena, pero para dejarla tuvieron que editar las risas posteriores al accidente de Allen.
Anthony Hopkins – Silence of the lambs
Este se trata de uno de los mejores papeles de Hopkins. Al final de la escena en la que describe a Jodie Foster cómo degustó un hígado humano acompañado de vino, Hopkins improvisó un escalofriante zumbido que el director no dudó en dejar la escena tal y como estaba.
Julia Roberts – Pretty Woman
Edward (Richar Gere) le mostraba a Vivian (Julia Roberts) el collar que usaría. Cuando Vivian se acercó y quiso tocar la gargantilla este cerró la caja de repente, lo que provocó una contagiosa carcajada de Roberts. Por la naturalidad de la escena, el director Garry Marshall decidió dejarla.
Un extra – Cómo ser John Malkovich
John Malkovich camina a la orilla de una carretera cuando pasa una camioneta y alguien le grita: “Hey, Malkovich, piensa rápido”, y seguidamente le tira una lata de cerveza que le da al actor justamente en la cabeza. Era un extra que había bebido más de la cuenta y la escena no estaba en el guion. La reacción de dolor del actor fue real y el director Spike Jonze, quedó encantado y hasta subieron el salario del extra.
Martin Sheen – Apocalypse now
El actor estaba encerrado en la habitación del hotel dando vida al personaje del Capitán Willard cuando pidió a los camarógrafos que siguieran grabando e improvisó una escena estando completamente ebrio y drogado. En un momento dio un golpe a un espejo, lo rompió y se hirió, sin embargo continuó actuando. Todo fue real. Y al terminar la escena se puso a llorar.