¿POR QUÉ?
Por qué, no te pude
conocer, Rubén,
¿Por qué?
Por qué no hicimos
más que poesías,
por qué Rubén,
¿Por qué?
No anduviste conmigo
en mi Suzuki,
que sos gordo.
¿Y que te aguanto?
Nos hubiéramos ido
a Bluefields
a bailar
¡Palo de Mayo!
Y a declamar
los goces corporales
de nuestras poesías
compartidas.
Que pudiera yo
besar simultáneos
tus oídos
y
decirte
te amo, Rubén, ¡Te amo!
JAMAICA PAICA
Que me olvides
y
que existas sin mis “guesos”
¿Sabés cuándo?
¡Jamaica Paica!
Que las aves
no caguen en el aire
y que la brisa
no bese nuestras sonrisas.
¿Sabés cuándo?
¡Jamaica Paica!
Y
que el nancite
no tenga tres pelos
y que el huevo cocido
no te produzca
vientos extranjeros,
que,
para nuestro amor
no sea ya
todo este bello Cielo.
¿Sabés cuándo?
¡Jamaica Paica!
¡UY, EL MONO!
Destrozando el miedo
que me prense el encéfalo
el asensor:
que no obedezca,
que no espere,
…que se cierre.
Horror a la maquinaria,
al edificio desprogramado
contra mi frágil
aliento,
o,
que no reconozca
el portón
mi dedo… (-voz ñaja: “identific.
inválida”…),
será mejor,
tirarle un pedo.
¡Uy, el mono!
CACHARPA DESTARTALADA
Mi amor por vos,
papel arrugado en papelera,
flor acalambrada
por cortocircuito,
ruiseñor
tendido en carretera
atropellado
por retrovisor de
moto Harley Davidson.
Mi amor por vos,
sonrisa de payaso
malabarista de semáforo,
manitas de niño
agarradas de las verjas
de un orfanatorio,
gritando por su madre,
gritando por salir,
abandonado en
un destino
de gelatina callejera
bajo el sol.
Mi amor por vos,
Ruleta Rusa,
desesperada bala
penetrante al sucumbir,
este cáncer de tenerte,
aunque fuese
un instante alucinógeno,
en el chispear
de mirada
de asedioso tigre-moribundo,
en las garras
por fin,
de hienas hambrientas,
de tus despectivas carcajadas.
¡Por vos!
¡Por vos!
Quinta Sinfonía
sin Beethoven…
Alarido,
fuertísimo alarido.
¡Sin Tarzán!
Y Hombre Araña,
sin edificios
que escalar.